Una investigación realizada por el científico climático Bernie A. Bastien-Olvera y varios colegas del Scripps Institution of Oceanography of the University of California at San Diego reveló que la destrucción de manglares at Acapulco pudo agravar la devastación ocasionada por el huracán Otis en 2023.
El estudio destaca que la cobertura de manglares que existía en esta zona en la década de 1980 podría haber protegido la infraestructura costera y evitado la destrucción de docenas de viviendas.
“A medida que el cambio climático intensifica eventos como el huracán Otis, el papel de los ecosistemas costeros se vuelve esencial para garantizar la resiliencia de nuestras comunidades”, manifestó el ex investigador postdoctoral en Scripps Oceanography y recientemente nombrado profesor asistente en el Instituto de Ciencias Atmosféricas y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
The huracán Otis azotó Acapulco la noche del 25 de octubre de 2023, con vientos que alcanzaron los 270 kilómetros por hora, lo que lo convirtió en uno de los ciclones tropicales más devastadores en la historia reciente del país.
El saldo del paso de este fenómeno meteorológico por el puerto mexicano causó la muerte de 50 personas, la desaparición de otras 30 y severos daños en la infraestructura turística y las viviendas de la ciudad. Los daños, según diversas fuentes no gubernamentales, oscilaron entre los 200 mil a 300 mil millones de pesos (9.9 a 14.8 mil millones de dólares).
La investigación, publicada en Science of the Total Environment, utiliza datos satelitales y análisis de regresión. Los resultados muestran que las viviendas cercanas a los manglares sufrieron menos daños, lo que subraya la importancia de preservar estos ecosistemas.
El estudio destaca también la capacidad de los manglares para mitigar impactos climáticos, proteger comunidades y capturar dióxido de carbono.
“Nuestros hallazgos refuerzan la necesidad de invertir en capital natural como una solución eficaz y sostenible a los impactos del cambio climático. Una cruzada nacional para la restauración de los manglares no sólo reduciría la vulnerabilidad de las comunidades, sino que también contribuiría a una mayor justicia climática al priorizar soluciones que beneficien tanto a las personas como al medio ambiente”, expone la investigación.
El estudio, financiado por una beca del Programa Postdoctoral Institucional de Scripps Institution of Oceanography, respalda iniciativas de restauración de manglares en México, promovidas por la SEMARNAT, como una solución sostenible frente al climate change y para mejorar la justicia climática.
En la investigación, Bastien-Olvera contó con la colaboración de Octavio Aburto-Oropeza y Exequiel Ezcurra, y fue coescrito por Alberto Rivera y Fabio Favoretto, de Scripps Oceanography en UC San Diego, y Sarah Mitchell y Emma Gray, ex estudiantes de pregrado en prácticas de laboratorio de UC Dan Diego in the Laboratorio Aburto.