Una investigación publicada en la revista Communications Earth & Environment reveló que las olas de calor marinas están provocando importantes disminuciones en las capturas de pesquerías de pequeña escala en la península de Baja California, México, afectando severamente a comunidades pesqueras locales.
Estas olas, caracterizadas por períodos prolongados de temperaturas anómalamente altas en el océano, han causado una reducción de entre el 15% y el58 % en las capturas de especies clave como la langosta espinosathe pepino de mar and the erizo de mar, según datos recopilados durante 40 años, destaca una nota publicada por Mongabay.
“Cuando la temperatura del agua sube, las capturas de estas especies bajan”, explicó Juan Carlos Villaseñor-Derbez, autor principal del estudio y profesor investigador de la Universidad de Miami.
Esta disminución de capturas no solo afecta los marine ecosystems, sino también los ingresos de las comunidades que dependen de estas pesquerías, especialmente las cooperativas pesqueras que tienen acceso limitado a recursos móviles.
El estudio se centró en 55 áreas concesionadas a 43 cooperativas pesqueras a lo largo de mil kilómetros de costa en el Pacífico, analizando cómo las temperaturas de la superficie marina influían en las capturas. Se identificó que las olas de calor marinas más intensas y prolongadas ocurrieron entre 2014 y 2016, coincidiendo con eventos de El Niño. Durante ese período, las pesquerías estuvieron expuestas hasta 204 días anuales a estas condiciones extremas, resultando en una reducción promedio del 56.4% en las capturas.
Las pesquerías de langosta fueron las más afectadas, con impactos negativos en el 62.5% de las cooperativas que participan en su captura. En el caso del pepino de mar, siete de las nueve cooperativas reportaron disminuciones, mientras que el erizo de mar mostró efectos negativos en nueve de las 22 cooperativas activas. Estas cifras subrayan la vulnerabilidad de las pesquerías de pequeña escala, que no tienen la movilidad de flotas industriales para adaptarse a cambios en las condiciones climáticas.
Además, los climate models predicen un aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor marinas en la región, con impactos que se intensificarán en el norte de la península en los próximos 15 a 30 años. Esto implica la necesidad de medidas urgentes para proteger tanto los ecosistemas como a las comunidades que dependen de ellos.
El estudio destaca ejemplos de adaptación en comunidades como la Isla Natividad, en Baja California Sur, donde la inversión en la protección de los bosques de sargazo gigante y especies clave ha permitido la recuperación de recursos como el abulón. Según Fiorenza Micheli, ecóloga marina y coautora de la investigación, estas estrategias de manejo y conservación ofrecen un modelo replicable para otras regiones.
Entre las recomendaciones clave se incluyen la diversificación de actividades productivas, el monitoreo de los cambios ambientales, la protección de refugios climáticos y el fortalecimiento de las capacidades locales mediante la innovación y el intercambio de conocimientos.
“Es fundamental preparar a las comunidades del norte para enfrentar los desafíos climáticos que ya afectan al sur de la península”, señala Villaseñor-Derbez.
El futuro de las pesquerías de pequeña escala en Baja California dependerá de la capacidad de adaptación de los ecosistemas y las comunidades, así como de la implementación de políticas climáticas a nivel local y nacional.
Source: Mongabay