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CARBONO NEUTRAL 2030

Reutilizar edificios viejos reduce emisiones en sector de la construcción.
Reducción de emisiones
Reutilizar edificios viejos reduce emisiones en sector de la construcción
Esta es una alternativa más amigable con el planeta que construir nuevos edificios, destaca Consejo Canadiense de Construcción Ecológica

De acuerdo con datos de la ONU y el Consejo Internacional de la Construcción, el sector de la construcción contribuye aproximadamente al 40% de las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía, pero el Consejo Canadiense de Construcción Ecológica tiene una alternativa con la que es posible reducir esa cifra: modernizar edificios antiguos para ser reutilizados, en vez de construir nuevas edificaciones.

En un artículo de Foro Económico Mundial, Antonio Gómez Palacio, socio y presidente de DIALOG, destaca que modernizar un edificio existente puede generar entre un 50% y un 75% menos de carbono que construir el mismo edificio desde cero.

Las emisiones de CO2 incorporadas en la construcción de un edificio provienen de varias fuentes en su ciclo de vida, incluyendo la extracción y producción de materiales de construcción, el transporte de estos materiales, la construcción en sí, la operación de los edificios (como la calefacción, la refrigeración y la iluminación) y la demolición al final de su vida útil.

El Consejo Canadiense de Construcción Ecológica estima que las grandes modificaciones de edificios por sí solas pueden reducir las emisiones de este sector hasta en un 51%.

“La industria está desarrollando mejores herramientas para medir el carbono incorporado dentro de las estructuras existentes, lo que incluye las emisiones de gases de efecto invernadero que surgen de la fabricación, transporte, instalación, mantenimiento y eliminación de materiales de construcción”, indica el artículo.

La modernización de un edificio existentes es más sostenible ya que aprovecha la infraestructura ya construida, reduciendo la necesidad de nuevos materiales y energía. Las modernizaciones profundas también dan como resultado menores costos operativos, mejor confort térmico y calidad ambiental interior y un mayor valor de los activos.

Canadá pone la muestra

Para demostrar los posibles ahorros de energía y los beneficios de carbono incorporados de una profunda modernización, el gobierno federal canadiense emprendió en Toronto un proyecto piloto con la renovación de un edificio de oficinas de 440 mil pies cuadrados de la década de 1950.

Como resultado, el consumo de energía se redujo en un 69% y las emisiones de GEI en más de un 80%.

“Este proyecto proporciona una prueba de concepto de que los edificios de oficinas antiguos se pueden modernizar para que sean mejores que los nuevos, modelando tecnologías replicables como bombas de calor geotérmicas, recuperación avanzada de calor y paneles solares fotovoltaicos en los tejados”, indica el artículo de Gómez Palacio.

En este caso, la estructura existente de hormigón y acero, original de la construcción se reutilizó casi en su totalidad, lo que evitó casi 7 mil 800 toneladas de emisiones de carbono incorporadas efectivamente atrapadas en los materiales existentes.

También en Canadá, la Universidad de Calgary emprendió la modernización profunda del Complejo MacKimmie, un edificio de 380 mil pies cuadrados. La institución redujo el consumo de energía en un 80% en este complejo y logró una certificación de diseño con cero emisiones de carbono del CaGBC.

La estrategia de modernización permitió la reutilización de 8 mil 500 toneladas de carbono secuestrado dentro de la propia estructura de hormigón. Desde el punto de vista operativo, la torre anterior tenía una intensidad de uso de energía (EUI) de 500. Mientras que una modernización convencional apunta a una EUI de 125-200, el Complejo MacKimmie fue empujado aún más hasta alcanzar 75, una reducción del 85% en EUI.

Además del retorno económico de la inversión, que ha demostrado una recuperación simple de 25 años sólo en los costos de servicios públicos actuales, la universidad ha aprovechado el edificio como herramienta de enseñanza y oportunidad para realizar más investigaciones a través del programa "Campus como laboratorio de aprendizaje" de la Universidad.

Con evidencia de las ventajas económicas y ambientales que significa optar por el rescate y reutilización de edificios antiguos, las ciudades, los constructores y los diseñadores pueden dar una nueva vida a los edificios existentes, ayudándonos a cumplir objetivos muy necesarios relacionados con el clima y al mismo tiempo respaldar la vitalidad de las comunidades.

Fuente: Foro Económico Mundial

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