Los Cabos, BCS. 10 de noviembre de 2023. El Golfo de California ya muestra estragos, por lo menos el 80 por ciento de esta región oceánica tiene arrecifes muriendo y zonas con climas calientes en aguas profundas, y el llamado a la comunidad científica es trabajar por evitar un desastre mayor.
La anterior es una convocatoria de Octavio Aburto Oropeza, Profesor en el Instituto de Oceanografía Scripps de la Universidad de California, quien está convencido de que la ciencia puede y debe transformar la realidad que ahora se observa en esta región.
“La ciencia que hacemos no está mirando en transformar lo que estamos viendo”, dijo el investigador en conferencia durante el Summit 2023 Prosperidad: Propósito Posible, de Foro Mar de Cortés.
“La ciencia se la pasa describiendo los problemas… satélites para ver con mayor precisión de cuándo nos vamos a acabar el último manglar o crear mayor tecnología para saber con mayor precisión cuándo nos vamos a acabar el último manglar, pero por qué no hacemos ciencia para que no se acabe el manglar”.
Impactos del calentamiento del Mar de Cortés
Aburto Oropeza ha podido trabajar durante 21 años en el Golfo de California, encontrando problemas amplios y nuevos esquemas de reparación de ecosistemas.
“Esta región ha estado experimentando algo que ya está aquí, no es el futuro. Durante tres décadas ha estado incrementando la temperatura”, expuso.
Para poder dimensionarlo, Aburto Oropeza mostró imágenes de arrecifes blanqueados por el desgaste y contaminación, en los que se ve basura marina como redes sobre los arrecifes y al mismo tiempo se puede observar la ausencia de peces.
“La mayoría de nuestras áreas protegidas, créanme que no están protegidas. Se hace de todo, menos protegerlas”, aseguró el investigador.
“Lo que teníamos en zonas templadas, que se volvieron sistemas tropicales. Son menos productivos y si los sobrepescamos es peor”.
La investigación arrojó también que existen zonas calientes en el Golfo, con islotes donde el agua superficial supera los 30 grados y las aguas profundas, que en la lógica científica debería tener una temperatura menor, también tiene esos mismos niveles de calor.
Pero no todo está perdido, aseguró el Profesor en el Instituto de Oceanografía Scripps de la Universidad de California, pues esta investigación también permitió conocer que existen 24 reservas marinas donde se debe trabajar de manera urgente.
“Y el ser humano claro que puede destruir, pero el ser humano también puede regresar todo a como estaba”, expresó.
Un ejemplo de conservación y recuperación es Cabo Pulmo, donde se puede ver una alta concentración de peces y especies que se consideraban extintas en esa región hace 10 años.
El esfuerzo es tal que el impacto ha sido positivo para el mar y los habitantes alrededor de este lugar, pero no habría sucedido sin una buena comunicación y coordinación entre la academia, grupos empresariales y políticos con visión común.
¿Quién es?
Octavio Aburto Oropeza. Profesor en el Instituto de Oceanografía Scripps de la Universidad de California. Científico mexicano fundador de DataMares. Es también fotógrafo profesional socio de la Liga Internacional de Fotógrafos de Conservación y explorador de National Geographic.