Los Cabos, BCS. 9 de noviembre de 2023. En la Sierra de San Pedro Mártir hay un ave que puede llegar a medir hasta 1.40 metros de punta a punta, un animal carroñero llamado cóndor californiano que tiene una función elemental en la Región Mar de Cortés.
Esta ave se extinguió en 1939, pero en la década de 1990 fue reintroducida de manera natural y hay un par de científicos mexicanos que están encargados de su conservación desde hace 21 años.
Se trata de Juan Vargas Velazco y Catalina Porras Peña, Jefe de Campo y Directora del Programa de Reintroducción del Cóndor Californiano en la Sierra de San Pedro Mártir, respectivamente.
“Cada organismo, flora, fauna, serpiente que mucha gente le tiene miedo… pero cada uno tiene una función en el ecosistema para regular, equilibrar y si se extermina alguna especie, entonces comienza el desequilibrio”, explicó Porras Peña en el conversatorio El caso del cóndor californiano en la Sierra de San Pedro Mártir.
Estas dos personas han encabezado un proyecto ambicioso, cuyo reto es mayúsculo. Cuidar, conservar y defender esta ave ha implicado vivir en condiciones difíciles, con temperaturas bajo cero, temporadas de nieve con capas de 3 metros de espesor, no tener agua corriente y estar sin comunicación con sus familias durante meses.
El propósito de cuidar esta ave es porque cumple con una tarea esencial, pues su alimentación consta de animales muertos en la Sierra de San Pedro Mártir, donde existen glaciares que nutren de agua al Valle de San Quintín, uno de los centros agrícolas más importantes en México, por lo que estas cumplen con la función de evitar la propagación de bacterias que afecten la biodiversidad.
De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), “la pérdida de cualquier especie puede generar cambios negativos en los ecosistemas, asimismo crear un desequilibrio que perturbe el ambiente y genere sistemas insalubres, que a su vez produzcan una alteración en otros seres vivos, ocasionando enfermedades nuevas o la ampliación de sus fronteras”.
El esfuerzo de conservar el cóndor californiano fue patrocinado durante 15 años por el Zoológico de San Diego, California, dejando recompensas como el que se lleve un registro detallado de cada ave.
“Cada cóndor tiene una personalidad, yo sé a quién engañaron, porque saben engañar. Conocemos que son monógamos, se quedan viudos y es una novela para cada pareja, es bastante divertido. La vida de estos animales es impresionante”, aseguró Porras Peña.
Estos animales vuelan en la Sierra de San Pedro Mártir con etiquetas, pero eso significa que se tiene información genética, la cual permite entender mejor esta especie.
Por ejemplo, Catalina Porras Peña explicó que ese trabajo ha ayudado a entender enfermedades, como la intoxicación de plomo debido a las altas emisiones de ese químico en el aire.
Este programa se quedó sin fondos hace cinco años, pues el gobierno mexicano debía otorgar cartas de apoyo, pero eso no sucedió y a partir de esa fecha se terminó el sostenimiento que también ayuda a la sustentabilidad de valle de Baja California.
El trabajo de Juan Vargas Velazco y Catalina Porras Peña ha sido elemental, pues actualmente hay alrededor de 48 cóndores californianos volando en libertad en la Región Mar de Cortés y eso, aunque suene sencillo, ha sido un reto complicado, pues estos animales que viven de 60 a 70 años tardan en poner un huevo cada dos años.
¿Quién es?
Juan Vargas Velazco. Jefe de campo del Programa de Reintroducción del cóndor californiano. Es un biólogo que desde 2002 ha entregado su esfuerzo en la conservación del cóndor de California en el Parque Nacional Sierra de San Pedro Mártir, en Baja California, donde tiene 21 años viviendo de tiempo completo, primero en tiendas de campaña y desde 2010 en la estación biológica.
Catalina Porras Peña. Directora del Programa de Reintroducción del cóndor de California. Es una bióloga responsable del Programa de Reintroducción del Cóndor de California en el Parque Nacional Sierra de San Pedro Mártir, una especie que antes de 2022 estuvo al borde de la extinción y que poco a poco se está recuperando.
