Durante las últimas tres décadas, el mundo ha sido testigo de importantes avances en materia de derechos de las mujeres, logrando mejoras en representación política, educación y protección social. Sin embargo, a pesar del progreso, persisten desafíos que frenan la equidad de género y exigen acción inmediata.
Desde 1995, la participación de las mujeres en parlamentos se ha duplicado, el matrimonio infantil ha disminuido y más mujeres cuentan con derechos esenciales como licencias de maternidad y pensiones.
En educación, la escolarización femenina ha alcanzado cifras históricas, y la protección legal contra la violencia de género ha aumentado: de 19 países con leyes en 1995, hoy existen 152 con regulaciones para combatirla.
Además, en los últimos cinco años:
- El 90% de los países ha fortalecido sus leyes contra la violencia de género.
- El 79% ha implementado iniciativas de protección social para reducir la pobreza femenina.
- El 70% ha priorizado el acceso de las niñas a la educación.
- El acceso de mujeres a la tierra y recursos naturales ha aumentado en 10 puntos porcentuales desde 2019.
Barreras que aún frenan la igualdad de género
A pesar de los avances, la equidad sigue enfrentando obstáculos críticos. Crisis económicas, conflictos armados y el cambio climático afectan de manera desproporcionada a mujeres y niñas. La brecha en la participación laboral apenas ha cambiado en 20 años, y las mujeres siguen asumiendo la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado.
Otro gran reto es el financiamiento. Entre 2021 y 2022, los fondos destinados a organizaciones de derechos de las mujeres disminuyeron un 33%, afectando su capacidad para generar cambios efectivos.
Seis estrategias para acelerar el progreso
Para consolidar y expandir los avances logrados, la ONU destaca seis estrategias fundamentales:
- Cerrar la brecha digital, asegurando acceso equitativo a la tecnología.
- Invertir en protección social y servicios de cuidados para reducir la pobreza y mejorar las oportunidades económicas de las mujeres.
- Fortalecer la legislación contra la violencia de género y garantizar su implementación efectiva.
- Impulsar la participación de las mujeres en la toma de decisiones, promoviendo políticas inclusivas.
- Garantizar el liderazgo femenino en la paz y seguridad, apoyando a organizaciones que trabajan en zonas de conflicto.
- Priorizar la justicia climática, invirtiendo en el liderazgo de las mujeres en soluciones sostenibles.
Si bien las cifras muestran avances significativos, la igualdad de género requiere compromiso global y acción inmediata. Las próximas décadas serán fundamentales para transformar las promesas en realidades tangibles para todas las mujeres y niñas del mundo.
Fuente: ONU Mujeres