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inclusión social

En La Paz, mujeres impulsan el cultivo de ostión como alternativa económica.
Pesca
En La Paz, mujeres impulsan el cultivo de ostión como alternativa económica
Las Guardianas del Conchalito reciben de la empresa Sol Azul las primeras 150 mil ostrillas con las que inician este proyecto productivo en el que se coordinan con NOS Noroeste Sustentable y OPRE

Entre 2015 y 2017 una especie de ascidia invasora (tunicado) provocó la mortandad del 80 por ciento de la población del callo de hacha que estaba en etapa de recuperación en la Ensenada de La Paz. Esto provocó entre hombres y mujeres de El Manglito, quienes cifraban sus anhelos en el aprovechamiento de esa especie, que pensaran en alternativas diferentes.

Así fue como un grupo de 12 mujeres que realizaban labores de limpieza y restauración en el manglar de El Cochalito, se empezaron a organizar para constituirse en una sociedad de producción rural; cuatro de ellas decidieron iniciar un proyecto de cultivo de ostión.

Con el acompañamiento de NOS Noroeste Sustentable AC, realizaron la conceptualización y diseño del proyecto, lo planearon y ahora, después de un largo proceso de capacitación y aprendizaje, lo están implementando. Recientemente (finales de mayo), acaban de recibir su primer lote de 150 mil ostrillas (pequeños ostiones de entre 3-5 cm), con el objetivo de cultivarlas y llevarlas hasta la etapa de comercialización.

Las ostrillas que recibieron provienen de Sol Azul, empresa con una amplia experiencia y trayectoria en la producción ostrícola, y durante la recepción participaron las 12 Guardianas, jóvenes de la comunidad, algunos miembros de OPRE, personal de NOS y voluntarios ciudadanos y de distintas organizaciones aliadas, que respondieron a la convocatoria que el equipo de Guardianas realizó.

De manera coordinada y organizada, las ostrillas se colocaron en bolsas ostrícolas a densidades definidas, y a partir de allí las llevaron hacia las zonas de cultivo, en donde ya estaban instaladas previamente las líneas y camas ostrícolas donde permanecerán durante el cultivo.

Esperan resultados en dos a seis meses

Para este proyecto, Las Guardianas se apoyan en el permiso de Acuacultura de Fomento con que cuenta OPRE, ya que ellas también son miembros de esa organización, sin embargo, desean que en un futuro próximo puedan contar con su propio permiso de acuacultura.

Para el cultivo están utilizando dos técnicas: la de costales suspendidos en línea y la de camas ostrícolas (también conocida como técnica francesa). Lo que sigue es que den el mantenimiento a los ostiones, llevarlos a talla comercial y documentar el proceso, con el objetivo de generar una actividad económica rentable.

Por lo pronto, con este lote que recibieron, esperan que, entre dos a seis meses, la mayoría alcanzará la talla de comercialización. Esto es porque los ostiones tienen crecimiento diferencial, no todos llegan al mismo tiempo a las tallas esperadas.

“Si bien ahorita la cantidad de ostrillas que recibieron no permite ese nivel de rentabilidad, la idea es que año con año puedan ir incrementando la cantidad de ostiones a cultivar y con la experiencia, optimicen el trabajo y reduzcan el costo de producción, para lograr la rentabilidad”, explicó Silvia Ramírez, coordinadora de NOS Noroeste Sustentable, quien ha acompañado en el proceso a Las Guardianas.

Uno de los aspectos críticos en el cultivo, es la sobrevivencia, ya que es afectada por diversos factores, que son parte de lo que se documentará y evaluará. Se espera lograr una tasa de sobrevivencia de aproximadamente el 70 por ciento.

Los beneficios del cultivo de bivalvos

Además de representar una alternativa económica para la comunidad, el cultivo de bivalvos aporta ventajas medioambientales que no deben ser subestimadas, expuso Ramírez. Estos son organismos filtradores que se alimentan de microalgas, por lo que el cultivo no conlleva costos adicionales de alimentación, contribuyen a mejorar la calidad del agua, pero además contribuyen a la captura de carbono que está disuelto en el agua para formar sus conchas.

La coordinadora de NOS manifestó que la tarea que tienen ahora Las Guardianas será dar mantenimiento al cultivo y afinar un plan de comercialización en el que ya están trabajando.

“Tendrá que ser una venta a clientes que le den valor agregado, venta directa a público o venta directa a restaurantes y al comercio local”, explicó.

A lo largo de esta experiencia Las Guardianas han contado con el apoyo de NOS Noroeste Sustentable en las distintas etapas del proyecto, y han contado con el financiamiento de iAlumbra Foundation, Builders y Fundación Coppel. También han participado en eventos como el WOIF (World investment opportunity Found) para mujeres, organizado por HATCH (organización internacional que promueve la acuacultura en grupos de mujeres), en donde se reconoció el alto potencial de desarrollo que tiene su iniciativa ostrícola.

Con el cultivo de ostión, las mujeres de El Manglito no solo buscan generar ingresos sostenibles para sus familias y nuevas oportunidades de desarrollo, sino también contribuir al cuidado del medio ambiente, disminuir la presión a la pesca de callo de hacha, fortalecer la economía local a través de una acuacultura sustentable y de alto valor y en suma, armonía y porvenir de largo plazo.

Fuente: NOS Noroeste Sustentable

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