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Educación es la llave para reducir desigualdades y potenciar el desarrollo en América Latina y el Caribe: CEPAL
Desarrollo sostenible
Educación es la llave para reducir desigualdades y potenciar el desarrollo en América Latina y el Caribe: CEPAL
El acceso a la educación ha aumentado significativamente en las últimas décadas en la región, pero persisten retos en la calidad del aprendizaje y la equidad en el acceso a oportunidades

La educación es el motor que puede impulsar el desarrollo sostenible y la equidad social en América Latina y el Caribe, pero más allá de la escolarización, el aprendizaje de calidad es lo que realmente marca la diferencia en la productividad, la movilidad social y la inclusión laboral, destaca la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

En su informe “América Latina y el Caribe ante las trampas del desarrollo. Transformaciones indispensables y cómo gestionarlas”, el organismo subraya que el acceso a la educación ha aumentado significativamente en las últimas décadas en la región, pero persisten retos en la calidad del aprendizaje y la equidad en el acceso a oportunidades.

Más que un simple derecho, la educación es una herramienta fundamental para la movilidad social, pues permite a las personas mejorar sus condiciones de vida y acceder a empleos de mayor calidad, pero si los sistemas educativos no garantizan condiciones equitativas, se corre el riesgo de perpetuar las desigualdades estructurales, indica.

La educación como trampolín hacia la equidad

La CEPAL destaca que, cuando la educación está alineada con las demandas del mercado laboral, contribuye a reducir la pobreza, elevar la productividad y generar crecimiento económico sostenible. No obstante, en muchos países de la región, el acceso a una educación de calidad sigue estando determinado por la condición socioeconómica de los hogares. Mientras las familias más privilegiadas pueden costear educación de alto nivel, los sectores más vulnerables enfrentan limitaciones en infraestructura, tecnología y capacitación docente.

“Cuanto más alineado se encuentre el sistema educativo con las demandas del mercado del trabajo, más podrá ampliar las oportunidades de las personas provenientes de entornos más vulnerables de acceder a un trabajo decente, contribuyendo así a incrementar los niveles de inclusión social y laboral, y a lograr otros objetivos de desarrollo, como la disminución de la pobreza, el aumento de la productividad y un mayor crecimiento económico”, expone el documento.

Para transformar esta situación, la educación debe garantizar igualdad de oportunidades desde la primera infancia hasta la educación superior. Según la CEPAL, invertir en la formación temprana tiene un impacto positivo a largo plazo en el desarrollo cognitivo y la empleabilidad futura de las personas. Asimismo, fomentar la formación técnica y profesional facilita la inserción laboral y la innovación productiva.

Aprendizaje de calidad: el verdadero desafío

El informe resalta que el aumento de la escolarización, por sí solo, no garantiza un mayor crecimiento económico. Lo crucial es mejorar los resultados de aprendizaje. Datos recientes de pruebas internacionales, como PISA y ERCE, revelan que muchos estudiantes de la región no alcanzan los niveles mínimos de competencias básicas en matemáticas y lectura, lo que afecta sus posibilidades de acceder a empleos de mayor valor agregado.

La pandemia de COVID-19 agravó esta problemática, ampliando las brechas educativas y afectando principalmente a los estudiantes de menores ingresos. Frente a esto, la CEPAL enfatiza la necesidad de reforzar la conectividad digital, mejorar la infraestructura escolar y promover metodologías de enseñanza innovadoras que favorezcan un aprendizaje significativo.

“El desafío educativo en la región es doble: existe una enorme deuda en lo que respecta a la inclusión y, al mismo tiempo, se está atravesando una crisis en materia de aprendizaje. No basta con que las personas culminen su trayectoria formativa; es importante asegurarse de que extraigan aprendizajes de dicha formación y de que estos estén conectados con los desafíos de un mundo en proceso de transformación”, subraya.

Hacia un modelo educativo transformador

Para lograr un impacto real, la educación debe estar integrada a una estrategia de desarrollo productivo. Esto implica fortalecer la relación entre los sistemas educativos y el sector empresarial, asegurando que los conocimientos adquiridos sean relevantes para los mercados laborales actuales y futuros.

Además, es fundamental una mayor coordinación entre políticas educativas y otras áreas del bienestar social, como salud, protección social y transporte, para garantizar que todos los estudiantes cuenten con las condiciones necesarias para aprender y desarrollarse.

La CEPAL destaca que los gobiernos deben adoptar un enfoque integral, basado en la equidad y la calidad del aprendizaje, para que la educación se convierta en el pilar del desarrollo sostenible en la región. Esto requiere voluntad política, inversión adecuada y la colaboración de distintos sectores de la sociedad. Solo así, América Latina y el Caribe podrán romper con las trampas del desarrollo y avanzar hacia una mayor igualdad de oportunidades para todos.

Fuente: CEPAL

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