En México, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han crecido tres veces más rápido que el promedio de las economías de la OCDE entre 2013 y 2023, pero a pesar de la alta demanda de talento digital, la inclusión femenina sigue rezagada ya que representan menos del 20% de las personas empleadas en este sector.
Frente a esta realidad, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en colaboración con la International Youth Foundation (IYF) y su programa Conectadas, analizó las condiciones laborales de las mujeres en el sector y propuso acciones para revertir esta desigualdad. El estudio destaca que integrar a más mujeres en las TIC no solo responde a una necesidad de equidad, sino que es una oportunidad económica muy relevante para el país.
Brechas desde la formación hasta el empleo
Entre 2012 y 2023, el número de mujeres egresadas de carreras relacionadas con las TIC aumentó 18% en promedio anual. Sin embargo, por cada mujer egresada, hay casi dos hombres. Esta brecha se amplía aún más en el ámbito laboral, donde por cada mujer empleada en TIC, hay casi seis hombres.
Actualmente, más de 900 mil personas trabajan en este sector en México, pero la participación femenina se ha mantenido prácticamente estancada en poco menos de una quinta parte. Esta subrepresentación no solo refleja desigualdades de acceso, sino que también limita el aprovechamiento del potencial económico de la industria.
Beneficios de sumar mujeres a las TIC
Las mujeres que logran insertarse en empleos TIC experimentan mejores condiciones laborales en comparación con el resto del mercado laboral femenino:
- Mayor formalidad: 71% de las mujeres en TIC tienen empleos formales, frente al 44% en el promedio nacional.
- Mejores ingresos: el salario promedio en TIC es 56% superior al que perciben las mujeres en otros sectores.
- Más prestaciones: 65% acceden a servicios de salud y beneficios laborales, frente a 38% fuera del sector.
Además, un mayor acceso femenino a este campo podría generar un impacto económico considerable. Si se alcanzara una tasa de crecimiento anual del 20% en la participación de mujeres, se sumarían 359 mil trabajadoras al sector TIC para 2030, alcanzando una representación del 40% y generando beneficios económicos por 53 mil millones de pesos adicionales.
Cuatro propuestas para cerrar la brecha
Para revertir esta desigualdad estructural y aprovechar el potencial del talento femenino en las TIC, el IMCO propone cuatro líneas de acción:
- Reconocer microcredenciales digitales
Integrar al sistema educativo y laboral las credenciales obtenidas en cursos en línea o apps, como las insignias digitales. Estas son más accesibles para las mujeres y permiten adquirir habilidades técnicas clave. El Registro Nacional de Estándares de Competencia debe actualizarse periódicamente para incluir más competencias TIC.
- Fomentar vocaciones tecnológicas desde la infancia
Es fundamental incentivar el interés de las niñas en las TIC desde la educación básica, con contenidos orientados a la resolución de problemas y aplicación práctica. Se requiere una integración más sólida de estas materias en el currículo, más allá del enfoque por proyectos de la Nueva Escuela Mexicana.
- Usar infraestructura estatal para capacitar en TIC
Aprovechar centros comunitarios como los PILARES (CDMX) o DIF Pilares (Jalisco) para brindar capacitación en habilidades tecnológicas como análisis de datos, ciberseguridad o automatización, adaptadas a las necesidades regionales.
- Mejorar el dominio del inglés
El inglés es esencial para acceder a mejores oportunidades en las TIC. Se recomienda establecer una evaluación periódica del nivel de inglés con base en el Marco Común Europeo y reforzar su enseñanza en todos los niveles educativos.
Cerrar la brecha de género en las TIC no solo es un imperativo ético y social, sino una apuesta estratégica para el desarrollo económico de México. A través de políticas públicas, alianzas con el sector privado y acciones enfocadas en la formación y permanencia de mujeres en el sector, el país puede construir un ecosistema digital más justo y competitivo.
Fuente: IMCO