México es uno de los principales productores de café orgánico en el mundo, pero enfrenta una problemática creciente relacionada con los residuos generados durante su producción. Aproximadamente el 90% del fruto del café es desechado, principalmente en forma de pulpa, lo que representa una fuente significativa de contaminación ambiental.
Luz Mariana Pérez Montoya, estudiante del Doctorado en Ciencias en Desarrollo Científico y Tecnológico para la Sociedad del Cinvestav, propone una solución innovadora. Su proyecto busca aprovechar integralmente los residuos del café mediante un sistema de bioeconomía circular, transformándolos en productos útiles y sostenibles, como cosméticos y materiales de construcción.
El proceso de producción del café genera cuatro principales residuos: pulpa, mucílago, cascarilla y borra. Estos subproductos han demostrado poseer propiedades valiosas que podrían beneficiar diversas industrias.
La investigación de Pérez Montoya indica que estos residuos pueden convertirse en biocombustibles como bioetanol, biogás y biodiésel, ofreciendo una alternativa sostenible y económica.
Además, la borra de café, gracias a sus propiedades antioxidantes, se ha transformado en productos como crema antioxidante y champú exfoliante, confirmando su viabilidad para aplicaciones comerciales. La cascarilla de café también ha demostrado ser un material adecuado para la fabricación de componentes de construcción, debido a su alta resistencia y significativo contenido de lignina.
Respaldado por una cadena mexicana de restaurantes, el proyecto tiene implicaciones ambientales, sociales y económicas. No solo busca mitigar los efectos contaminantes, sino también generar oportunidades de bienestar para las comunidades caficultoras, reconocidas mundialmente por su café de especialidad.
La cooperativa Productores Orgánicos del Tacaná, en Chiapas, colabora en el proyecto, garantizando que las soluciones se alineen con las necesidades de los cafetaleros y tengan un impacto positivo en las comunidades.
El modelo diseñado por Pérez Montoya promueve prácticas agrícolas responsables y ofrece ingresos adicionales a partir de los residuos del café.
Aún en fase de desarrollo teórico experimental, se espera que este proyecto pueda replicarse en otras regiones cafetaleras de México, beneficiando a más productores.
Fuente: Cinvestav