En la búsqueda constante por mejorar el medio ambiente, la salud de los suelos agrícolas es un tema para tomar en cuenta.
La revitalización de los suelos no solo promueve una mayor biodiversidad y conservación del agua, sino que también contribuye a mitigar el cambio climático y fortalecer la resiliencia de los cultivos. Este cambio transformador se conoce como agricultura regenerativa, destacan Greg Goodwin, Director de Gestión de Conservación de Precisión de la Asociación de Productores de Maíz de Illinois, y John Stackhouse, Vicepresidente sénior, Oficina del director ejecutivo de Royal Bank of Canada, en un artículo de Foro Económico Mundial.
Sin embargo, la transición hacia la agricultura regenerativa enfrenta un desafío común pero crucial: la financiación. Para muchos agricultores, esta transición no solo es una cuestión ambiental, sino también una decisión de negocios. El cambio de prácticas convencionales a la agricultura regenerativa implica una inversión significativa en tiempo, trabajo y dinero.
"Los agricultores han adoptado prácticas agrícolas y de producción de alimentos climáticamente inteligentes durante décadas, pero ahora es el momento de que los líderes empresariales y los responsables políticos los apoyen plenamente”, expresa Dave McKay, presidente y director ejecutivo del Royal Bank of Canada.
Esto implica respaldar iniciativas coordinadas que ayudan al sector agroalimentario a reducir las emisiones y encontrar formas adicionales de recompensar financieramente a los agricultores por sus esfuerzos de preservación, no solo por la producción, subraya.
El informe "100 millones de agricultores: modelos innovadores para financiar una transición sostenible", de Foro Económico Mundial y Bain & Company, destaca cómo este obstáculo económico a corto plazo puede representar un riesgo para los hombres del campo.
Este indica que durante los primeros años de transición, los costos pueden aumentar debido a cambios en tecnología e insumos, así como a pérdidas temporales de rendimiento. No obstante, a medida que mejora la salud del suelo, los agricultores pueden experimentar una mayor resiliencia y, en algunos casos, rendimientos más altos.
El informe, surgido de la Reunión Anual del Foro Económico Mundial de 2024 en Davos, propone un modelo de financiación y colaboración que beneficia a todos los involucrados: agricultores, instituciones financieras, empresas agroalimentarias y más.
Para ayudar a los agricultores en esta transición, es crucial proporcionarles una red de seguridad financiera adecuada. Esto podría incluir pagos iniciales, garantías, préstamos o seguros en términos favorables que reduzcan el riesgo durante los primeros años de cambio.
Además, este apoyo financiero debe ser parte de un conjunto más amplio de servicios que incluyan asistencia técnica y servicios de medición, presentación de informes y verificación.
Es esencial, destaca el documento, que este apoyo sea flexible y se adapte a las necesidades individuales de cada agricultor.
Fuente: Foro Económico Mundial