Mientras el mundo busca soluciones para enfrentar el cambio climático, que supone prácticas más responsables con el medio ambiente, en Europa las energías renovables han ganado relevancia y eso se manifiesta con un incremento de la inversión extranjera directa en este sector.
De acuerdo con datos de FDI Markets, Europa cerró 2021 con una inversión extranjera directa en energías renovables por 76 mil 579 millones de dólares,
En la actualidad, los países que lideran la investigación y la instalación de energías limpias se han convertido en un imán para el IED en diversos sectores de la economía, destaca el portal Dirigentes Digital.
Las plantas de energía solar y eólica están proliferando en todo el mundo y las instalaciones de energía de carbón y gas fuera de servicio, en muchos casos, se reutilizan para acomodar las baterías de almacenamiento de energía, que son un elemento imprescindible para maximizar los beneficios de las energías limpias.
El avance tecnológico de los últimos años ha acelerado la introducción de nuevas fuentes energéticas, como el hidrógeno verde.
El golpe inevitable de la pandemia a la IED ha afectado a todos los estados miembros, pero el Viejo Continente ha demostrado resiliencia como destino de inversión. Y aunque el pastel mundial de IED se redujo un 26,7% en 2021, según datos de FDI Markets, la cuota acaparada por Europa creció, principalmente a expensas de la región Asia-Pacífico.
Así, Europa fue el destino elegido para casi la mitad (46,6%) de los proyectos de IED anunciados en 2020 y 2021, seguido a distancia por Asia-Pacífico (19,86%) y América del Norte (15,5%). En este contexto, Europa está muy bien posicionada para seguir liderando la IED.
La UE está luchando por lograr un equilibrio entre la sostenibilidad energética y la garantía del abastecimiento, sobre todo, tras la invasión rusa de Ucrania, que ha provocado un aumento de las facturas de los ciudadanos del Viejo Continente sin precedentes. Esta ambigüedad quedó al descubierto cuando decidió incluir el gas natural y la energía nuclear en la "clasificación verde" que determina qué actividades económicas se consideran sostenibles.
Asimismo, la mayoría de las empresas ya ven Europa como un “líder verde”. Pero al mismo tiempo, la estricta legislación medioambiental supone un riesgo importante para el atractivo del Viejo Continente.
Pese a estos riesgos, el sector de las energías renovables constituyó el principal receptor de IED en 2021.
El auge de la movilidad eléctrica es la principal fuerza que impulsa el crecimiento de la generación de electricidad sostenible en todo el continente, pese a que muchos países que han sido centros históricos de la industria automotriz mundial fueron lentos en implementar estrategias de movilidad eléctrica.
La pandemia supuso un revulsivo para implementar políticas más ambiciosas para promover la industria de los vehículos eléctricos.
Como consecuencia, la IED se ajustó a esta nueva realidad. Europa fue el mayor receptor de inversión en la producción de baterías para vehículos eléctricos en 2020 y 2021, con proyectos multimillonarios anunciados en todo el continente, siendo estos más palpables en países como Reino Unido, Alemania y Hungría, destaca FDI MArkets.
Fuente: dirigentesdigital.com