A partir de este año, las empresas que operan en México deberán integrar en sus reportes financieros información relacionada con sostenibilidad, de acuerdo con las Normas de Información de Sostenibilidad (NIS), emitidas por el Consejo Mexicano para la Investigación y Desarrollo de Normas de Información Financiera (CINIF).
Este cambio normativo busca alinear los reportes corporativos con los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés).
El nuevo marco, que será obligatorio desde el ejercicio 2025, contempla la presentación de datos comparativos con el año anterior, excepto en su primer año de implementación, y establece 30 Indicadores Básicos de Sostenibilidad (IBSO). De estos, 21 son cuantitativos y 9 cualitativos, cubriendo temas clave como emisiones de gases de efecto invernadero, uso de recursos, brecha salarial y gobernanza corporativa.
Indicadores ambientales, sociales y de gobernanza
La mayoría de los indicadores ambientales, 16 en total, son cuantitativos e incluyen métricas como emisiones de carbono (alcance 1, 2 y 3), consumo energético, gestión del agua, manejo de residuos y exposición a productos químicos. Para el alcance 3 de emisiones, relacionado con la cadena de valor, las empresas podrán posponer su inclusión hasta finales de 2026.
En cuanto a gobernanza, se requerirá el reporte de ocho indicadores, de los cuales solo uno es cuantitativo (porcentaje de mujeres en el Consejo de Administración). Los restantes incluyen prácticas como políticas de ética, seguridad de la información y gestión de riesgos.
El componente social contempla tanto métricas numéricas como la brecha salarial y accidentes laborales, como aspectos cualitativos relacionados con la igualdad de oportunidades y la salud ocupacional.
Un desafío operativo para el sector privado
El CINIF ha enfatizado que estas normas buscan estandarizar la presentación de información ESG, facilitando la toma de decisiones por parte de inversionistas, autoridades y otros actores clave. No obstante, también reconoce los retos operativos para las empresas, especialmente aquellas que no cuentan con experiencia previa en sostenibilidad.
Para facilitar la transición, el organismo ofrecerá capacitaciones y guías técnicas. Por su parte, consultoras como Deloitte y PwC ya recomiendan a las organizaciones evaluar sus capacidades internas, detectar brechas y construir una hoja de ruta para cumplir con los nuevos requerimientos.
Con estas acciones, México se une al movimiento global que promueve una economía más responsable y transparente, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Fuente: Expansión