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Empresa, emprendimiento y economía

América Latina y el Caribe enfrentan desafíos para aprovechar el nearshoring.
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América Latina y el Caribe enfrentan desafíos para aprovechar el nearshoring
Los países de la región deben hacer un esfuerzo concertado y visionario para superar los desafíos y aprovechar las oportunidades que se abren con la relocalización y la inversión extranjera directa, destaca economista

Los países de América Latina y el Caribe están ante las oportunidades de crecimiento y desarrollo que se abren para la región con la relocalización y la inversión extranjera directa, pero deben abordar sus propios desafíos, expuso Guillermo Maloney.

En un artículo publicado en Foro Económico Mundial, el Economista Jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, subrayó que la proximidad, por sí sola, no garantiza el atractivo para la inversión extranjera directa (IED), sino que la región necesita un esfuerzo concertado y visionario para superar los desafíos actuales y aprovechar plenamente estas oportunidades.

“Si América Latina y el Caribe adoptan la inversión extranjera directa relacionada con la transición verde y la deslocalización, incluso en materias primas, menos como fuente de empleo e impuestos y más como punto de apoyo para el aprendizaje nacional, ambos movimientos podrían resultar transformadores”, indicó.

Esto requerirá la facilitación del comercio y mejoras en la eficiencia portuaria, ayuda para navegar las condiciones locales y acuerdos comerciales más profundos, manifestó, pero también será necesario desarrollar las capacidades (educación básica y técnica, capacidades de gestión y de ingeniería) que han sido fundamentales para el éxito observado en Asia.

Maloney subrayó que en una reunión con líderes latinoamericanos a finales de 2023, Janet Yellen, Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, expuso su visión del "friendshoring" e instó a los países de la región a diversificar sus cadenas de suministro a través de una amplia gama de socios y aliados confiables.

Según Yellen, esto podría tener enormes beneficios potenciales para impulsar el crecimiento en América Latina y el Caribe, sin embargo, la región ha mostrado cierta reticencia para abordar plenamente el nearshoring y desarrollar estrategias efectivas para aprovechar la inversión extranjera directa en su desarrollo, destacó el economista.

Factores de ventaja para la región

En su artículo, Guillermo Maloney indicó que existen factores favorables, como la disminución de la competitividad salarial china y la creciente búsqueda de diversificación geográfica por parte de los inversores, pero América Latina y el Caribe aún no han capitalizado completamente estas oportunidades.

Otra ventaja que tiene la región es que posee una red energética significativamente verde, con el 50% de su energía proveniente de fuentes renovables, lo que la coloca en una posición privilegiada para competir con las exportaciones asiáticas en términos de intensidad de carbono. Sin embargo, para aprovechar al máximo estas oportunidades, se necesita una inyección de capital y tecnología.

Destacó que la inversión pública en América Latina y el Caribe, incluida la infraestructura, representa solo la mitad de la inversión observada en Asia o África en términos del producto interno bruto (PIB).

“Entre las regiones en desarrollo, América Latina y el Caribe son unas de las que menos invierten en infraestructura como porcentaje del PIB (aproximadamente un tercio de Asia Oriental) y este gasto debe ser más eficiente”, indicó.

Las tasas de crecimiento modestas, entre el 2% y el 2.5%, dijo, subrayan la necesidad de un impulso significativo para aprovechar las IED, que históricamente han representado alrededor del 3-4% del PIB.

Desafíos que hay que vencer

Aunque las condiciones parecen propicias para un aumento en la inversión extranjera directa, los desafíos persisten. Estudios señalan que, además de los costos laborales, otros factores como impuestos elevados, financiamiento y deficiencias en la infraestructura afectan la competitividad de la región, expuso Maloney.

La falta de mano de obra calificada, mencionada por el 29% de las empresas encuestadas, también se presenta como un obstáculo, evidenciando la necesidad de mejorar las capacidades locales.

Los países de la región podrían aprender de ejemplos exitosos en otros lugares, como China y Singapur, donde políticas proactivas y organismos de desarrollo económico han facilitado la atracción de IED y el crecimiento de capacidades locales.

Hasta el momento, no se observa un compromiso claro por parte de todos los países de América Latina y el Caribe para abordar estas oportunidades de manera efectiva.

México, por ejemplo, ha adoptado una postura ambivalente, mientras que Costa Rica ha logrado atraer inversiones significativas en tecnología al colaborar con Estados Unidos. Colombia ha tomado pasos positivos, pero aún se necesita un enfoque más deliberado y energético.

Los astros parecen alinearse cada vez más para que la región capte más inversión extranjera directa y partes de las cadenas de valor globales, pero los países tienen que facilitar que eso suceda y se traduzcan esas oportunidades en crecimiento y desarrollo.

Fuente: Foro Económico Mundial

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