En un esfuerzo multilateral para proteger la biodiversidad marina en aguas internacionales fue firmado el Tratado de alta mar, un acuerdo firmado por los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas que busca garantizar la conservación y el uso sostenible de los océanos más allá de las jurisdicciones nacionales de cada país.
Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, destacó que se trata de un gran avance después de casi dos décadas de negociaciones.
“Es una victoria para el multilateralismo y para los esfuerzos globales por contrarrestar las tendencias destructivas que enfrentan la salud de los océanos, ahora y para las generaciones venideras”, consideró.
El Tratado de alta mar fue firmado el sábado 15 de abril en la sede de la ONU, en Nueva York, donde tuvieron lugar las negociaciones finales sobre el borrador del acuerdo durante las últimas dos semanas.
Este marco legal colocaría el 30% de los océanos del mundo en áreas protegidas, destinaría más dinero a la conservación marina y cubriría el acceso y el uso de los recursos genéticos marinos.
Guterres sostuvo que el tratado es crucial para abordar la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
“También es vital para lograr los objetivos y metas relacionados con los océanos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal”, subrayó.
Y es que el compromiso 30×30 exige proteger un tercio de la biodiversidad del mundo, en tierra y mar para 2030, logrado en una conferencia de la ONU en Montreal en diciembre pasado.
El Secretario General de la ONU explicó que la decisión de Conferencia sobre Biodiversidad Marina se basa en el legado de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, por lo que elogió a todas las partes por su ambición, flexibilidad y perseverancia.
António Guterres reconoció el apoyo crítico en la consecución del Tratado de alta mar de las organizaciones no gubernamentales, la sociedad civil, las instituciones académicas y la comunidad científica.
Aseguró que seguirá trabajando para asegurar un océano más saludable, resistente y productivo, que beneficie a las generaciones actuales y futuras.
Fuente: ONU Ambiente