Con casi un millón de hectáreas de manglar, México es uno de los países que tienen mayor capacidad de almacenamiento de carbono azul, sin embargo, no existe todavía un marco normativo que regule este tema, por lo que la Comisión de Cambio Climático y Sostenibilidad de la Cámara de Diputados ya trabaja en ello.
De acuerdo con WRI México, en 2016, los ecosistemas de manglar cubrían 136 mil km2, equivalentes aproximadamente al 0.7% de los bosques tropicales del mundo. El 48% de esta superficie se concentra en cinco naciones: Indonesia (19%), Australia (10%), Brasil (7%), México (5.4%) y Nigeria (4.7%).
Hasta 2020 en México existían 905 mil 086 hectáreas de manglar distribuidas en cinco regiones: Pacífico Norte, Pacífico Centro, Pacífico Sur, Golfo de México y Península de Yucatán. Se estima que el total de carbono almacenado en México es de 1.29 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2e); como referencia, durante el 2019, las emisiones totales de GEI de Japón fueron de 1.16 gigatoneladas de CO2e.
¿Qué es el carbono azul?
De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) el carbono azul es el carbono orgánico que capturan y almacenan los ecosistemas costeros de manglar, pastos marinos y marismas. A pesar de que cubren menos del 2% del área total del océano, estos ecosistemas acumulan aproximadamente la mitad del carbono secuestrado en los sedimentos oceánicos. Así mismo, influyen en el secuestro de carbono a largo plazo, almacenándolo en el suelo durante miles o millones de años y durante años o décadas en las hojas y tallos.
A pesar de sus múltiples beneficios, los ecosistemas de carbono azul enfrentan procesos de degradación que amenazan la seguridad física y los bienes de 15 millones de habitantes en las costas del mundo.
México puede contribuir a la mitigación y adaptación al cambio climático por medio de la conservación y restauración de los ecosistemas costeros. En el caso de los manglares, su capacidad de captura y almacenamiento de carbono azul puede ser aprovechada para cumplir los objetivos de reducción de emisiones adquiridos en el Acuerdo de París. Así mismo, los servicios ecosistémicos que brindan pueden integrarse en las estrategias de adaptación al cambio climático, protegiendo a las comunidades costeras y generando beneficios económicos extra.
Falta un marco normativo para el carbono azul
Sobre este tema, la Comisión de Cambio Climático y Sostenibilidad de la Cámara de Diputados llevó a cabo una mesa de análisis con funcionarios y especialistas, quienes se pronunciaron en torno a los preceptos fundamentales para construir un marco legislativo en materia de carbono azul en México.
Edna Gisel Díaz Acevedo, presidenta del órgano legislativo, dijo que se deben explorar las posibilidades del fortalecimiento de la estrategia nacional mediante reglas claras y definidas para proteger las zonas naturales, a fin de construir un marco legislativo en materia de carbono azul.
Jaime Martínez López, presidente de la Comisión de Marina, detalló que alrededor de 200 municipios ubicados en la costa son los que principalmente contaminan las zonas que capturan y almacenan el carbono azul, por lo que se requiere de plantas tratadoras para evitar que los residuos lleguen al mar.
La diputada Mirza Flores Gómez se pronunció por promover mecanismo de comercio regulado de bonos de carbono y establecer acciones de educación y concientización sobre la importancia de ecosistemas marinos y costeros que capturan y almacenan el carbono azul.
Francisco Javier Guerrero Márquez, coordinador interinstitucional de Investigación Oceanográfica de la Secretaría de Marina, indicó que se requieren encontrar soluciones que ayuden a frenar y revertir la crisis climática que afecta a la población.
La directora de análisis ambiental de la Semarnat, Gloria Cuevas Guillaumin, refirió que al ser México el cuarto país en extensión de manglares en el mundo, se necesita contar con un marco legislativo que integre el concepto de “carbono azul” y con ello, contar con una base legal sólida.
En la mesa de análisis, representantes de Alianzas Estratégicas The ICCF Group y de The Ocean Foundation, quienes coincidieron en la importancia del carbono azul y la necesidad de establecer esfuerzos legislativos para la conservación de los manglares.
Fuentes: Canal del Congreso, WRI México