A través de un modelo experimental interdisciplinario que encabeza el Dr. Víctor Sevilla Unda, la Universidad Autónoma de Baja California Sur trabaja en soluciones para el control de la erosión y recarga de mantos freáticos en la cuenca de La Paz.
El profesor investigador del Departamento de Ciencias de la Tierra expone que el área de estudio es el de mayor recarga pluvial de la cuenca, presentándose precipitaciones de hasta 300 milímetros en promedio anual, pero que enfrenta problemas de pérdida de suelo por erosión hídrica y eólica, acrecentada por el sobrepastoreo, informa la institución académica en un comunicado.
El módulo didáctico con el que está interviniendo la UABCS es denominado “Don Mariano”, el cual se localiza en la parte alta de la cuenca de La Paz para el control de la erosión y recarga del acuífero.
La premisa, dice Sevilla Unda, es intervenir en áreas degradadas por la erosión y la actividad pecuaria intensiva, para lo cual establecieron 4 programas especiales que abarcan el estudio de los suelos y la geología, la hidrología y modelación, la vegetación del sitio y calidad de agua.
“La universidad contribuye a evaluar y seguir los parámetros del ciclo hidrológico en la parte alta de la cuenca mediante el establecimiento de una estación meteorológica y sensores para medir escorrentía y filtración, realizando labores de monitoreo, clasificación e interpretación de datos hidroclimáticos que sirven para planificar y dar seguimiento a la construcción de obras de infiltración y conservación de suelos”, explica la UABCS.
Con los resultados de este modelo experimental se pretenden establecer planes de manejo y propuestas de corrección para la restauración hidrológica forestal de diferentes microcuencas o subcuencas que drenan a la cuenca de La Paz.
El Dr. Sevilla Unda explicó que esta actividad inició aproximadamente en 2017 con apoyo de la Comisión Nacional Forestal, cuando también se firmó un convenio de colaboración con los dueños de los predios, y con algunas asociaciones civiles.
Desde entonces han venido monitoreando el ciclo hidrológico en un espacio de 30 hectáreas, con la colocación de instrumentos en pozos y en las principales cañadas o arroyos que se encuentran en la zona.
A este proyecto se sumaron posteriormente estudiantes y cuerpo académico de carreras como Geología, Gestión y Ciencias del Agua y Ciencias Ambientales.
Fuente: UABCS