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ECOSISTEMAS Y BIODIVERSIDAD

Monitoreo
¡Reencuentro exitoso! Pronatura halla en Golfo de Santa Clara ave playera marcada hace 12 años
Se trata de un ejemplar de Playero rojizo del Pacífico que está en condiciones saludables; esta especie viaja cada invierno desde Alaska hasta México en busca de alimento y refugio

En un hecho para celebrar, durante una campaña de captura, marcaje y liberación de aves playeras realizada en el mes de abril, un equipo de Pronatura Noroeste encontró un ejemplar de Rojizo playero del Pacífico que fue marcado 12 años atrás.

“Este hecho nos sorprendió gratamente, pues hallar en condiciones saludables a este pequeño sobreviviente representa una historia de éxito para la conservación en México”, destaca la organización ambientalista en su blog.

Los registros detallan que este ejemplar de al menos 13 años de edad es un visitante asiduo del Golfo de Santa Clara, ya que ha sido observado año tras año, con periodos de estancia de hasta tres meses que coinciden con el periodo de desove del Pejerrey (Leuresthes sardina), pez similar a la sardina que constituye una de sus principales fuentes de alimento.

Al revisarlo, el equipo de Pronatura Noroeste detectó que su antiguo marcador había perdido tinta en el código y el plástico mostraba avanzados signos de desgaste, por lo que fue sustituido por uno nuevo que servirá para seguir monitoreando sus viajes continentales.

Esta especie (Calidris canutus roselaari) se reproduce en Alaska y cada invierno viaja miles de kilómetros en busca de mejores condiciones de clima, fuentes de alimento y sitios para refugio, indica el comunicado.

Estas aves recorren el continente varias veces en su vida, haciendo escala en ecosistemas playeros como el Golfo de Santa Clara, en la Reserva de la Biósfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado. Este sitio llega a concentrar más de la mitad de la población total del Playero rojizo, un ave considerada en peligro de extinción.

Pronatura Noroeste indica que el Playero rojizo del Pacífico es una especie altamente sensible a la pérdida de hábitat, la perturbación, la contaminación y el cambio climático.

“Si las parvadas no encuentran las condiciones necesarias en el ecosistema que los recibe, pueden sufrir pérdidas considerables en su población”, señala.

El monitoreo biológico permite dar seguimiento al estado de salud de los ejemplares marcados y sus poblaciones.

Como resultado de la jornada, Pronatura Noroeste registró una abundancia máxima de 1,200 playeros rojizos en un área de 35 kilómetros de playa.

Once ejemplares fueron capturados, medidos, pesados y marcados con banderillas, códigos y tags híbridos. Estas herramientas servirán para monitorear su desplazamiento continental a través de la red de antenas Motus.

Fuente: Pronatura Noroeste

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