Problema ambiental por contaminación plástica ¿Qué hace México para enfrentarlo?

De acuerdo con datos de ONU Ambiente, en 2020, 3.7 millones de toneladas de contaminación plástica entraron en el océano procedentes de países de la región de América Latina y el Caribe. El Gobierno de México reconoce que este es un problema ambiental significativo porque pone en riesgo la conservación y el uso sustentable de los recursos naturales del país.

Entonces ¿Qué es lo que se está haciendo en México para enfrentar esta situación y mitigar los riesgos que la contaminación por plásticos significa para el medio ambiente?

Actualmente 31 de los 32 estados han establecido prohibiciones y restricciones a diferentes productos de un solo uso, entre las que destacan la prohibición de entregar bolsas y popotes de plástico desechables y productos elaborados con poliestireno expandido, así como a microplásticos añadidos en productos de cuidado personal, además, 13 estados y 21 municipios forman parte de la campaña Global Mares Limpios, destaca ONU Ambiente.

Sumado a eso, la Ciudad de México reforzó su compromiso para eliminar la contaminación por plástico al convertirse en la primera megalópolis de la región en sumarse al Compromiso Global de la Nueva Economía del Plástico, estableciendo una línea base de acción en materia de residuos plásticos, al tiempo que fortalece la innovación y avanza hacia la promoción de una economía circular.

El plástico representa alrededor del 10% al 12% de la composición de los residuos sólidos municipales, y las tasas de reciclaje y recuperación de residuos permanecen normalmente por debajo del 10 % en los países de la región.

En busca de contar con información científica de lo que está sucediendo con el plástico, el Gobierno de México, a través de SEMARNAT, desarrolló el primer Inventario Nacional de Fuentes de Contaminación Plástica (INFCP), que es la base para establecer el Plan Nacional de Acción sobre Residuos Marinos y Contaminación Plástica (Plan REMAR), que está en desarrollo y tiene como objetivo prevenir y mitigar los efectos ambientales de los residuos marinos y la contaminación plástica.

¿Qué es lo que nos revela el INFCP?

El Inventario Nacional de Fuentes de Contaminación Plástica fue desarrollado por investigadoras de la UAM-A, conjunta y analiza la información sobre la contaminación por plásticos en México a lo largo de todo su ciclo de vida, identificando los principales puntos de fuga hacia los ecosistemas, lo que permitirá definir las acciones prioritarias para disminuir su impacto.

La investigación destaca que el consumo per cápita de plásticos en México se estimó en 66 kg por habitante al año, y la generación de residuos plásticos de 59 kg por habitante al año. Se estima que entre el 38% y el 58% de estos residuos son mal manejados y tienen un alto potencial de fuga al ambiente.

“El manejo de residuos fue identificado como una de las principales fuentes de contaminación plástica en México. La cobertura de recolección es del 83%, pues algunos municipios rurales alejados de los centros urbanos carecen de este servicio público. En esos casos, los residuos son quemados a cielo abierto o vertidos directamente en ríos, cañadas y otros ecosistemas naturales”, expone el documento.

En el país existen 2 mil 200 sitios de disposición final de desechos, que constituyen el escenario de fin de vida más probable para los residuos plásticos, pero solo el 2% puede clasificarse como “con control completo”. La mayoría de los sitios se clasifican en la categoría “no controlados”, y aproximadamente el 50% de los residuos se depositan en ellos.

“Esta situación es crítica en las zonas costeras: 11% de los sitios de disposición del país se encuentran cerca de la costa (a menos de 5 km), y el 92% de los mismos son ‘no controlados’”, señala el Inventario.

Otras grandes fuentes de contaminación plástica

Se estima que en México se emplean 280 mil toneladas al año de agroplásticos, compuestos principalmente por polietileno, polipropileno, poliestireno, policloruro de vinilo, policarbonato y polimetacrilatos, que una vez que concluye su vida útil se convierten en residuos difíciles de manejar o reciclar, debido a su deterioro, fragmentación, alto volumen y contaminación con agroquímicos.

La industria del plástico en México incluye la producción de resinas plásticas que son comercializadas en forma de pellets, tanto vírgenes como reciclados.

El turismo es una de las principales actividades económicas del país; tan solo en 2017, más de 35 millones de visitantes llegaron a las localidades turísticas en la costa nacional. Aunque no existe un registro del volumen de residuos producidos en el sector, estimaciones internacionales indican una generación diaria de 7.87 kg/habitación.

Otra fuente de microplásticos la constituyen los neumáticos, con la fricción y el desgaste que se genera en su uso. Se estima que entre el 5% y el 10% de los microplásticos presentes en el océano son de esta fuente. En México no se encontró información específica, pero dado el tamaño de la flota vehicular y las condiciones de las vialidades, se prevé que constituyen una fuente que debe analizarse con mayor profundidad.

La pesca y la acuacultura también son consideradas fuentes relevantes de contaminación plástica hacia el océano, debido a la pérdida y abandono de redes, trampas y otras artes de pesca.

Contaminación plástica en México

Los residuos plásticos y microplásticos se han encontrado en distintos ecosistemas del país, que incluyen los 11,000 km de costa a lo largo del Océano Pacífico, Golfo de California, Mar Caribe y Golfo de México. Se ha confirmado su presencia en el agua superficial, columna de agua, sedimentos, playas y biota; la contaminación plástica ha llegado a zonas vulnerables, como las áreas naturales protegidas y las islas.

El estudio de los residuos plásticos presentes en playas mexicanas ha mostrado que estos constituyen al menos el 60% de los residuos presentes, aunque en algunos casos su proporción llega al 90%.

Los residuos plásticos encontrados con mayor frecuencia incluyen tapas, platos, vasos y cubiertos desechables, bolsas, botellas y colillas de cigarro. Adicionalmente, se ha encontrado una proporción muy elevada de fragmentos plásticos, lo que indica la relevancia del mal manejo de residuos como fuente de formación de microplásticos. El caso de las colillas de cigarro requiere especial atención, dado que pueden constituir una fuente de compuestos tóxicos, además de contribuir a la contaminación plástica.

Los microplásticos fueron encontrados en todas las playas que fueron estudiadas para la elaboración del INFCP, con concentraciones superiores al promedio en playas de Tijuana, Nayarit, el Caribe y el estado de Veracruz. Además, se ha verificado su ingreso a la cadena trófica, pues se han encontrado en plancton, peces, ostiones, camarones, tortugas, pulpos, estrellas de mar y tiburones.

Los microplásticos también han sido encontrados en suelos, invertebrados terrestres y aves, así como en bebidas energéticas, tés embotellados, lácteos y cerveza. Si bien los efectos específicos en las especies afectadas no han sido identificados, la presencia de plásticos en la cadena alimenticia implica un riesgo potencial a la seguridad alimentaria para el ser humano y otras especies.

Los plásticos y microplásticos pueden causar daños directos debido a enredamientos, daños en los tejidos y desórdenes alimenticios; además pueden transportar y lixiviar aditivos, contaminantes que se adhieren a su superficie, y patógenos.

Fuentes: ONU Ambiente, Semarnat

Francisco Cuamea: