California enfrenta un nuevo reto ambiental bajo la superficie del océano: las olas de calor marinas.
En la última década, este fenómeno ha cobrado fuerza frente a sus costas, elevando de forma alarmante las temperaturas del agua y alterando profundamente los ecosistemas marinos y las actividades económicas que dependen de ellos, advierte una investigación del Instituto Scripps de Oceanografía, de la Universidad de California en Sam Diego.
Las llamadas olas de calor marinas son periodos de temperaturas oceánicas anormalmente altas, que en esta región pueden extenderse por miles de kilómetros y durar semanas o incluso meses, destaca el documento.
Eventos como La Mancha (2014-2016) y Blob 2.0 (2019) marcaron récords históricos y tuvieron consecuencias ecológicas visibles: desde la migración de especies hacia el norte hasta el colapso de poblaciones clave como la sardina del Pacífico.
Estos desequilibrios afectan directamente a especies fundamentales para la pesca comercial, como el atún rojo o el salmón, y desencadenan fenómenos secundarios como floraciones de algas tóxicas. En 2016, la pesquería del cangrejo Dungeness fue cerrada durante toda una temporada debido a la presencia de ácido domoico, una toxina asociada a estas floraciones, subraya.
“La disminución de ciertas pesquerías y la proliferación de algas tóxicas que pueden resultar de las olas de calor marinas tienen el potencial de afectar, o incluso cerrar, la pesca comercial o recreativa de ciertas especies. Esto puede resultar en pérdidas económicas para el turismo y las industrias pesqueras”, indica el artículo publicado por el Instituto Scripps.
Aunque estas olas de calor tienen un componente natural, el estudio advierte que su frecuencia y severidad están aumentando debido al cambio climático de origen humano.
“Investigadores recientes han utilizado registros a largo plazo de la temperatura superficial del mar para confirmar que el calentamiento antropogénico (causado por el hombre) está provocando olas de calor marinas más frecuentes y extremas”.
De no tomarse acciones urgentes, los científicos temen que estos eventos sean solo una muestra de un océano más cálido en general debido al cambio climático, con consecuencias ecológicas y económicas.