Durante los días de Semana Santa, los centros de recreo y esparcimiento son atiborrados por cientos y hasta miles de personas que buscan salir de la rutina y disfrutar de estos días de asueto.
Las playas son por lo general los sitios que reciben un mayor número de visitantes, sin embargo, son también los que terminan más sucios con la basura que dejan los paseantes, lo que termina convirtiéndose en un problema mayor cuando los desechos terminan en el mar.
En toda la región del Mar de Cortés no es la excepción, desde la Riviera de Nayarit hasta el Alto Golfo, con playas, islas, islotes y parajes que reciben visitantes que muchas veces no se llevan la basura que generan.
Los productos de plástico son los que más abundan. ONU Ambiente destaca que cada año son producidas más de 400 millones de toneladas de plástico en el mundo cada año, de los cuales la mitad se conciben para una vida útil de un solo uso. Menos del 10% de esa cifra es la que se recicla.
De acuerdo con el Estudio sobre el impacto de la contaminación por microplásticos en peces en México, de Greenpeace, se estima que cada año, 13 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos y un porcentaje acaba en los mares mexicanos.
Greenpeace analizó 755 peces capturados en las zonas de La Paz, Baja California Sur; Veracruz, Veracruz, y Puerto Morelos, Quintana Roo, encontrando partículas de microplástico y otras fibras en el 54% de ellos.
En el análisis se estudiaron 69 especies y las que resultaron más afectadas fueron pargos, huachinangos y jureles, que son peces muy buscados para el consumo en la región Mar de Cortés, por lo que el microplástico termina regresando a los humanos.
“Existe una necesidad de comprender el mecanismo de acción y los efectos toxicológicos de las concentraciones de microplásticos en el ambiente; pues son relevantes para la salud de los organismos acuáticos y de los consumidores tope (los humanos), ya que estas fuentes de alimento, como los peces comerciales están continuamente expuestas a ellos”, destaca el estudio.
ONU Ambiente estima que las personas ingieren más de 50 mil partículas de plástico cada año, e incluso muchas más si se tienen en cuenta las partículas inhaladas.
“Los productos plásticos de un solo uso que resultan desechados o quemados no solamente perjudican a la salud humana y la biodiversidad, sino que igualmente contaminan todo tipo de ecosistemas, desde los picos de montaña hasta el lecho marino”, indica el organismo.
Vivianne Heijnen, ministra de Medio Ambiente de los Países Bajos, destacó durante el Día Mundial del Medio Ambiente que la contaminación por plásticos y sus efectos perjudiciales en la salud, la economía y el medio ambiente no pueden ser ignorados.
Subrayó que se requiere tomar medidas urgentes para encontrar soluciones verdaderas, firmes y eficaces ante este problema que afecta a los mares de todo el mundo.
Fuente: Greenpeace, ONU Ambiente