El laboratorio de resiliencia urbana que tiene Tijuana

El Ecoparque está construido en un terreno de 6 hectáreas que se ubica entre la Mesa de Otay y la colonia Buenavista. (Foto: Colef)

Con más de 2 millones de habitantes y una de las tasas de crecimiento más altas de México, Tijuana enfrenta numerosos problemas que impactan en la calidad de vida de sus habitantes.

La erosión hídrica y eólica, la escasez de agua, la contaminación de aguas residuales son algunos de ellos, que se agravan con la construcción de zonas habitacionales, comerciales e industriales que provocan la destrucción de la capa vegetal y el aislamiento de la vida silvestre, lo que impide el desarrollo sustentable.

En 1986 el Colegio de la Frontera Norte puso en marcha un estudio para un sistema descentralizado de tratamiento de aguas y reutilización de residuales, con el objetivo de utilizar este insumo para el riego urbano.

Ese fue el inicio del proyecto del Ecoparque, el cual fue inaugurado en 1993 y este año ya va a cumplir 29 años otorgando diferentes servicios y beneficios a los tijuanenses.

Tratamiento de aguas residuales

La doctora Xiomara Delgado Rodríguez, coordinadora del programa de Educación Ambiental de Ecoparque, subraya que estas instalaciones se han convertido en un laboratorio de resiliencia urbana de Tijuana, que trabaja en cinco programas con los que dan un gran servicio a los habitantes de la ciudad.

“El programa de aguas residuales es el que inició el proyecto, su modelo descentralizado de manejo integral de agua está operando ininterrumpidamente por más de 25 años con un tratamiento donde casi no se emplea energía, donde no utilizamos ningún químico, un tratamiento de origen biológico”, expone.

Con este modelo están tratando 3 litros por segundo de aguas residuales de origen doméstico y la llevan a un nivel de tratamiento secundario con las características para riego de áreas verdes y laderas.

Otro programa que desarrollan es la creación de un jardín botánico regional, proyecto que está enfocado a la conservación, reproducción, propagación, investigación y educación sobre la vegetación nativa para uso en Ecoparque y, posteriormente, diseminarla por toda la ciudad de Tijuana, explica.

“Dentro de lo que es el Ecoparque, el jardín botánico regional cuenta con una superficie de 39 mil 280 metros cuadrados para la exposición de los diferentes ecosistemas de la península de Baja California, en los que vamos a destacar que ya tenemos el chaparral, el matorral costero, el desierto, los bosques de coníferas, las plantas riparias, entre otras”, dice.

A eso se suma la construcción de un invernadero donde se reproducen 16 especies de plantas nativas, con permisos de Semarnat, aclara.

“Este jardín botánico regional tiene colecciones documentadas de plantas vivas y se distingue de otras áreas verdes precisamente porque en el parque tenemos la investigación, la exhibición y sirve para la educación. Este vivero lo tenemos que reproducir por semillas y por esquejes”, describe.

Agricultura urbana en Tijuana

Uno de los programas que brinda Ecoparque a Tijuana es el de agricultura urbana, un proyecto que busca la difusión del conocimiento en la población para producir sus propios alimentos.

“Esto fue muy importante ahora en el tiempo que pasamos en pandemia para hacer nuestro huerto en casa y tenemos aproximadamente 900 metros cuadrados dentro del área dedicados a agricultura urbana, con 30 camas de cultivo y un espacio destinado a un proyecto que se llama bosques comestibles que es un proyecto que en Europa ha dado muchos resultados y es nuevo, es para ubicar las plantas que son frutales dentro de plantas que dan sombra, entonces estas plantas que dan sombra mitigan cuando hay mucho aire que no le tire los frutos, las flores”, explica Delgado Rodríguez.

En un futuro prevén destinar un área para la producción de alimentos mediante las técnicas de hidroponía y acuaponía, comparte.

Producción de su propia energía

La doctora Xiomara Delgado destaca que el cambio climático es una realidad y en Ecoparque tienen un programa mediante el cual promueven el uso de energías renovables.

“Contamos con una celda fotovoltaica que tiene 20 paneles solares con una capacidad de 200 watts, cada una que en conjunto más o menos va llevando el 17 por ciento de la energía consumida en todo el Ecoparque. La reciente lectura que tuvimos en el medidor dio 589 kilowatts producidos por la energía solar, que eso si lo traducimos al idioma de la ecología salvamos la vida de 11 árboles”, destaca.

Con aproximadamente 2 millones de habitantes, Tijuana produce alrededor de 2 mil toneladas de basura diariamente y se estima que el 29 por ciento de esos desechos es comida, expone la académica.

Por ello, en Ecoparque construyeron un centro para la elaboración de composta y lombricomposta, donde le enseñan a las personas que los visitan a convertir todo ese desperdicio en fertilizante orgánico.

“Esta cantidad de toneladas que se desechan al día de comida es una cifra bastante significativa para que todo el mundo en la casa empecemos, primero, a no desperdiciar, a comprar y a comer lo que únicamente vamos a utilizar y no a tirar, porque así no generamos basura, no generamos desperdicio, y la otra es que tenemos que aprender a reutilizar nuestros espacios y hacer nuestra propia composta en casa”, indica.

Desde 1996 tienen ocho camas con eisenia foetida o lombriz roja de California, con la cual obtienen tierra con nutriente que tiene una calidad de nitrógeno fósforo y potasio similar a la de un abono químico.

Moviendo conciencias

Con la infraestructura y los conocimientos que tienen en el Ecoparque, desde hace más de 26 años inició el programa de educación ambiental, aprovechando la vinculación que el Colegio de la Frontera tiene con las escuelas de diferentes grados académicos.

Con este programa se han dedicado a promover la concientización ambiental y de actividades educativas para formar ciudadanos responsables, destaca Delgado Rodríguez.

“Ecoparque ha llegado con su programa de educación ambiental a toda la ciudad. Está muy claro que el marco institucional y metodológico de la escuela no necesariamente siempre es idóneo para atender todas las demandas y objetivos educativos, en una escuela puede haber un huerto, pero es muy difícil que haya a lo mejor un vivero; puede haber un vivero, pero es muy difícil que haya un sistema de tratamiento de agua”, refiere.

Todo eso hace que Ecoparque sea idóneo para desarrollar y llevar a cabo el programa de educación ambiental, porque toma el medio ambiente como un texto integrador del aprendizaje y desarrolla un proyecto abierto, flexible, con todas las características de la educación no formal, utilizando los modelos pedagógicos de la educación ambiental, explica.

Ecoparque, un espacio para la ciudad de Tijuana

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, para garantizar el bienestar de la población es necesario un espacio de 16 metros cuadrados de áreas verdes por habitante. En Tijuana hay estudios que refieren que por cada habitante hay 0.8 metros cuadrados de áreas verdes.

“Y como Tijuana tiene un crecimiento tan acelerado, con tanto ritmo urbano, pues ni modo, hay que hacer muchos ecoparques, hay que buscar la manera de reforestar la ciudad, porque nosotros necesitamos respirar y necesitamos que esos árboles también capturen carbono, entonces es la misma infraestructura verde que hemos facilitado”, expone la Dra. Delgado Rodríguez.

Quienes visitan este espacio pueden observar el manejo del paisaje, con una reducción de la erosión, tienen estrategias de conservación de la biodiversidad, por lo que verán llegar ardillas, liebres y hasta 27 especies de aves.

“Lo primordial aquí ha sido el tratamiento de las aguas negras y la reutilización para el riego de ladera, porque con eso un cerro erosionado, pelado, deslavado, lleno de basura lo convertimos en un área verde, en un parque ecológico, una cosa que es impresionante”, enfatiza.

La coordinadora del programa de educación ambiental de Ecoparque sostiene que la labor más importante que han hecho en estas instalaciones ha sido la de generar conciencia, sobre todo en niños y jóvenes, para que crezcan con una mentalidad diferente, comprometidos con la protección del medio ambiente, porque de esa manera es como en el futuro podrán aspirar a lograr una mejor ciudad.

PARA SABER

El Ecoparque está construido en un terreno de 6 hectáreas que se ubica entre la Mesa de Otay y la colonia Buenavista.

Ecoparque cuenta con:

  • Tratamiento alternativo de aguas residuales.
  • Investigación científica aplicada a la solución de problemas relacionados con calidad de agua propios del parque y a disposición de organizaciones interesadas.
  • Técnicas de reforestación urbana, ya sea de laderas y cañones o de espacios ornamentales.
  • Un vivero para el trabajo de los talleres con los alumnos.
  • Manejo de desechos sólidos mediante el lombricompostaje, en el cual se utiliza la fase orgánica para poder producir composta.
Francisco Cuamea: