De la devastación a la recuperación; Sierra Gorda, un ejemplo de conservación

De la devastación a la recuperación; Sierra Gorda, un ejemplo de conservación

La Sierra Gorda es un área natural que dentro de sus aproximadamente 380 mil hectáreas de superficie dentro del estado de Querétaro alberga a más de 5 mil especies de plantas y animales, entre ellos algunos en peligro de extinción, como el jaguar.

Montañas que superan los 3 mil metros de altitud, ríos, selvas, desiertos semiáridos y bosques de niebla se pueden encontrar en la Sierra Gorda, por lo que en 2001 la Unesco la decretó como Reserva de la Biósfera y la nombró como la joya verde de México.

Sin embargo, este pulmón del centro de México estuvo hace algunas décadas a merced del desarrollo derivado de la construcción de carreteras, la tala de árboles y actividades económicas como la ganadería.

Martha Isabel “Pati” Ruiz Corzo, una maestra que estaba enamorada de los paisajes naturales y la vida silvestre que ofrecía este lugar, cambió su lugar de residencia a la Sierra Gorda y puso en marcha un movimiento ciudadano que desde hace 40 años protege esta zona, una de las de mayor diversidad ecológica de México, describe ONU Ambiente.

“Ese mundo natural con el que todos tuvimos contacto, yo tuve la fortuna, ya lo perdimos. Así que lo que queda para mí es sagrado. Yo creo que nuestra sociedad debe conectar con la naturaleza que es y que nos mantiene como una madre amorosa”, expresa Pati Ruiz,

Un ejemplo de trabajo comunitario

Cuando Pati Ruiz se mudó en 1980 a la Siera Gorda, se percató que lo que antes era una naturaleza virgen se estaba llenando de carreteras, vertederos de basura y explotaciones madereras, lo que la impulsó a fundar el Grupo Ecológico Sierra Gorda con su marido y vecinos de la zona.

Fue gracias al esfuerzo de esta organización comunitaria que Sierra Gorda fue declarada zona protegida por el gobierno federal de México en 1997, y posteriormente, en 2001, la Unesco la nombró Reserva de la Biosfera.

Gran parte del éxito de Sierra Gorda se debe a la “economía de la conservación” que Pati Ruiz y el Grupo Ecológico han construido. En la actualidad, la reserva es el hogar de 100 mil personas, muchas de las cuales obtienen al menos parte de sus ingresos del ecoturismo y la restauración forestal, al tiempo que contribuyen a contrarrestar el cambio climático.

Los posesionarios de tierras dentro de la reserva reciben compensaciones por dejar crecer el bosque de forma silvestre. Ese ingreso sustituye la ganancia que obtendrían de la ganadería y la tala.

Retirar el ganado de los terrenos puede ayudar a restaurar los bosques, puesto que cada hectárea en estado silvestre puede absorber por año aproximadamente cuatro toneladas de dióxido de carbono, un gas que provoca el calentamiento global, destaca Grupo Ecológico.

Compensación por captura de CO2

Con la colaboración del gobierno del estado de Querétaro y World Land Trust, Grupo Ecológico desarrolló un programa de huella de carbono financiado con recursos estatales.

“Carbono Biodiverso” es un proyecto de protección forestal a través de la iniciativa Carbon Balanced. En el marco del programa, los propietarios de vehículos en Querétaro pagan un pequeño impuesto junto con la tasa de renovación de sus matrículas cada año. Las empresas y las industrias establecidas en Querétaro también pagan un impuesto por las emisiones de carbono.

Una parte de la recaudación de estos impuestos se destina a las y los propietarios de tierras de la Sierra Gorda para compensarles por conservar sus tierras, lo que permite a una considerable variedad de plantas y animales que retornen y se recuperen.
Grupo Ecológico se ha encargado de coordinar la única iniciativa mexicana de mitigación y adaptación al cambio climático centrada exclusivamente en la restauración de bosques y suelos.

“Trabajamos de la mano con el Gobierno del Estado. Hemos desarrollado herramientas, estrategias, guías de acción climática”, destaca Pati Ruiz.

Otros de sus proyectos son el apoyo a la apicultura, la capacitación en conservación de ecosistemas y el turismo comunitario.

Dentro del Marco Mundial de Kunming-Montreal de Biodiversidad, firmado en 2022 para detener e invertir la pérdida de naturaleza, uno de los objetivos es la gestión y el uso sostenibles de la biodiversidad. El plan incluye poner bajo protección el 30% del planeta y el 30% de los ecosistemas degradados para 2030.

En la Sierra Gorda, sus habitantes hacen su parte y demuestran que es posible lograr la conservación y restauración de nuestros ecosistemas, y vivir en armonía con la naturaleza y sus recursos.

Fuente: ONU Ambiente

Francisco Cuamea: