Un informe especial de la Agencia Internacional de Energía (AIE), publicado bajo el título Energía e IA, advierte que el auge de la inteligencia artificial transformará profundamente el panorama energético mundial en la próxima década.
Si bien la expansión de esta tecnología disparará la demanda de electricidad, especialmente en centros de datos, también promete mejoras significativas en eficiencia, reducción de emisiones y ciberseguridad.
El documento proyecta que el consumo eléctrico global de los centros de datos se duplicará con creces hacia 2030, alcanzando los 945 teravatios-hora (TWh), una cifra comparable al consumo total de electricidad actual de Japón.
La IA será el principal impulsor de este crecimiento, especialmente en países como Estados Unidos, donde se prevé que los centros de datos representen casi la mitad del aumento en la demanda energética de aquí a 2030. En otras economías avanzadas, la cifra superará el 20%.
“La IA es uno de los temas más importantes en el mundo energético actual, pero hasta ahora, los responsables políticos y los mercados carecían de las herramientas necesarias para comprender plenamente sus amplios impactos”, declaró Fatih Birol.
El director ejecutivo de la AIE agregó que se prevé que la demanda mundial de electricidad de los centros de datos se duplique con creces en los próximos cinco años, consumiendo para 2030 la misma cantidad de electricidad que todo Japón consume actualmente.
A pesar de los desafíos que esto representa, el informe de la AIE también resalta las oportunidades: la IA no solo es una fuente creciente de consumo energético, sino también una herramienta clave para optimizar redes eléctricas, prever fallas, reducir costos operativos y acelerar la innovación tecnológica en áreas como baterías y energía solar.
“La IA es una herramienta, potencialmente increíblemente poderosa, pero depende de nosotros (sociedades, gobiernos y empresas) cómo la usemos. La AIE seguirá proporcionando datos, análisis y foros de diálogo para ayudar a los responsables políticos y otras partes interesadas a trazar el camino a seguir, a medida que el sector energético define el futuro de la IA, y la IA define el futuro de la energía”, expuso.
No obstante, el documento advierte sobre importantes incertidumbres, desde los tiempos de adopción tecnológica y su impacto en la productividad, hasta riesgos asociados con ciberataques, que se han triplicado en los últimos cuatro años, y la creciente demanda de minerales críticos para equipos de IA. Estos factores podrían generar tensiones en la seguridad energética global si no se abordan de manera coordinada.
La AIE lanzó un llamado urgente a los gobiernos y a la industria a invertir en infraestructura eléctrica, fortalecer la cooperación intersectorial y acelerar la transición energética, aprovechando el potencial transformador de la IA de forma sostenible y segura.
Fuente: AEI