El ferry "verde" Glen Sannox, diseñado para operar con gas natural licuado (GNL) y diésel marino, ha levantado polémica tras revelarse que su huella de carbono será significativamente mayor que la del MV Caledonian Isles, el barco diésel que ha servido la ruta entre el continente escocés y la isla de Arran durante 31 años.
Según un análisis de emisiones realizado por CalMac, el Glen Sannox emitirá 10,391 toneladas equivalentes de CO2 al año, un 35% más que las 7,732 toneladas del Caledonian Isles, destaca un artículo de la BBC.
Aunque el Glen Sannox tiene mayor capacidad para vehículos (127 frente a los 90 del barco anterior) y reduce contaminantes del aire como NOx y SOx, su diseño más grande y pesado requiere motores más potentes. Estos motores no solo consumen más combustible, sino que también emiten metano, un gas de efecto invernadero con un impacto 28 veces mayor que el CO2 en un periodo de 100 años.
El profesor Tristan Smith, del University College de Londres, afirmó que los beneficios del uso de GNL son, en el mejor de los casos, insignificantes. Además, las emisiones adicionales derivadas del transporte de GNL desde Kent, sumadas al metano no quemado y a las emisiones "upstream" del gas importado de Qatar, agravan aún más el impacto climático del Glen Sannox.
El ferry, anunciado en 2017 como un símbolo del compromiso de Escocia con el cambio climático, enfrentó múltiples retrasos y sobrecostos debido a la complejidad de la tecnología de GNL. Su tamaño impide que pueda atracar en su puerto habitual en Ardrossan hasta que se complete una remodelación, sin embargo, a pesar de estas dificultades, el barco entrará en servicio el próximo mes, ofreciendo una mayor capacidad y maniobrabilidad ante condiciones climáticas adversas.
Expertos en transporte subrayaron que el enfoque en el GNL como "combustible de transición" parece haber sido prematuro, especialmente dado el rápido avance de alternativas más sostenibles como el biogás y los sistemas totalmente eléctricos. Países como Noruega ya operan ferries eléctricos con cero emisiones, una opción que, según Smith, sería más viable y sostenible para rutas como la de Arran.
Soluciones ecológicas
La transición hacia ferries más ecológicos requerirá inversiones significativas en infraestructura, como plantas de biogás o estaciones de carga eléctrica. CMAL también explora diseños de barcos adaptables a futuros combustibles, como el amoníaco, y considera catamaranes, que son más eficientes en consumo de combustible.
El catamarán Alfred, actualmente en operación en la ruta de Arran, ha demostrado ser un modelo de eficiencia. Capaz de transportar 98 automóviles y construido con un costo de solo 14.5 millones de libras, el Alfred consume significativamente menos combustible que los ferries tradicionales y su éxito podría inspirar una mayor adopción de catamaranes como una opción de bajo impacto ambiental.
CalMac también está explorando ferries totalmente eléctricos, impulsados por baterías avanzadas. Según estimaciones de la compañía, el 90% de sus rutas actuales podrían ser atendidas por embarcaciones eléctricas, una cifra que podría alcanzar el 100% con la implementación de estaciones de carga rápida.
El profesor Smith destaca que los ferries eléctricos cargados con energía renovable son la solución más respetuosa con el clima disponible y Escocia tiene la oportunidad de liderar esta transición en el Reino Unido.
Fuente: BBC