Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, donde se consume más del 78% de la energía global y se generan el 70% de las emisiones de carbono. El entorno construido, que abarca tanto la construcción como las operaciones de edificios e infraestructuras, representa aproximadamente el 40% del total de esas emisiones.
El reto que tienen las ciudades, mientras se expanden, es adaptarse al crecimiento mientras reducen la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) relacionados tanto con la construcción como con la demolición, conocido como carbono incorporado.
El informe Reducción del carbono incorporado en las ciudades: nueve soluciones para edificios y comunidades más ecológicas, en el cual colaboran Foro Económico Mundial y Accenture, destaca acciones que ya están funcionando en algunas ciudades, las cuales pueden ser adaptadas y replicadas en otras comunidades, para acelerar la innovación en toda la industria de la construcción.
Adopción de marcos normativos y reglamentarios propicios
Las primeras tres soluciones se centran en el establecimiento de marcos regulatorios y políticas sólidas que fomenten y exijan prácticas bajas en carbono. Pueden incluir la necesidad de crear directrices y normas para impulsar la adopción de tecnologías y prácticas sostenibles en los entornos urbanos, destaca el documento.
1. Requisitos para materiales con bajas emisiones de carbono
El carbono incorporado en los edificios proviene principalmente de materiales como el cemento, el cual es el mayor responsable de las emisiones debido a su uso intensivo en la producción de hormigón. Para reducir estas emisiones, es necesario descarbonizar la construcción mediante el uso de materiales de baja emisión de carbono.
“El hormigón bajo en carbono, una alternativa respetuosa con el medio ambiente al hormigón convencional, consigue una huella de carbono significativamente reducida a través de una sustitución estratégica: sustituye una parte del cemento por materiales cementantes suplementarios (SCM), como cenizas volantes, escorias o arcillas calcinadas que ofrecen propiedades similares o incluso superiores al cemento”, indica el informe.
Esta alternativa puede disminuir las emisiones hasta en un 70% y contribuir a la gestión de residuos al reutilizar materiales desechados. Sin embargo, la efectividad de esta reducción depende de factores como la disponibilidad de materiales y la transparencia en la medición de emisiones.
2. Mandatos para las evaluaciones de carbono a lo largo de toda la vida
Los sistemas tradicionales de medición de emisiones en la construcción suelen ignorar el carbono incorporado en los materiales y procesos, que representan aproximadamente el 50% de las emisiones a lo largo de la vida útil de un edificio. Para reducir el impacto ambiental, es crucial medir y reportar todas las emisiones desde la fase de construcción hasta el final de la vida útil del edificio.
Un ejemplo es la estrategia de Vancouver, que implementa Evaluaciones del Ciclo de Vida de Todo el Edificio (WBLCA) y metodologías estandarizadas para promover prácticas sostenibles y bajas en carbono en la construcción.
3. Órdenes ejecutivas para la construcción limpia
El reto de abordar el carbono incorporado en el desarrollo urbano requiere una acción integral en proyectos tanto del sector público como privado. El sector público, al ser uno de los mayores desarrolladores y operadores de bienes inmuebles e infraestructuras, tiene la oportunidad de liderar la reducción de emisiones mediante sus propias operaciones y de establecer pautas para futuras políticas.
La solución radica en elaborar una orden ejecutiva centrada en la construcción limpia, que permita a los municipios reducir significativamente el carbono incorporado en sus prácticas de construcción. Esta orden también puede influir en las políticas de contratación pública al promover la adquisición de equipos de construcción eléctricos y fomentar prácticas sostenibles, incentivando al mercado a adoptar soluciones más ecológicas.
Fortalecimiento del ecosistema con bajas emisiones de carbono incorporadas
Las siguientes tres soluciones enfatizan la construcción de una infraestructura y un ecosistema de apoyo que genere, promueva y recompense la implementación de soluciones bajas en carbono. Esto implica promover la colaboración entre las partes interesadas, invertir en infraestructura verde y desarrollar modelos sostenibles para la energía, el transporte y la gestión de residuos.
4. Reutilización adaptativa a gran escala
Un problema histórico en el desarrollo urbano es el uso sostenible de la infraestructura existente frente a la demanda creciente de nuevas construcciones. La rápida urbanización suele favorecer la creación de nuevos edificios, lo que incrementa las emisiones de carbono, la generación de residuos y el agotamiento de recursos naturales. Para abordar esto, es crucial reconsiderar las prácticas de desarrollo urbano y enfocarse en reutilizar y adaptar las estructuras existentes en lugar de descartarlas.
La reutilización adaptativa a gran escala reduce las emisiones de carbono al convertir edificios y materiales existentes en parte de la solución climática. Esto disminuye las emisiones de CO2 asociadas con nuevos materiales y reduce los residuos.
Se pueden implementar estrategias como la reutilización, la reducción y el reciclaje de productos, el uso de materiales locales, el diseño para el desmontaje y la remodelación de edificios. Las políticas que fomenten la reutilización adaptativa mediante incentivos y la flexibilización de regulaciones son esenciales para hacerla viable, superando las barreras de costos y restricciones normativas.
5. Estrategia de economía circular en toda la ciudad
Las ciudades enfrentan múltiples desafíos debido al modelo lineal de consumo y producción, que genera grandes cantidades de desechos, agota recursos finitos y contribuye a la degradación ambiental. Este modelo también provoca problemas sociales y económicos, como la desigualdad en el acceso a los recursos y la inestabilidad económica.
Para abordar estos problemas, se propone adoptar una estrategia de economía circular a nivel urbano para minimizar los residuos, maximizar la eficiencia de los recursos y promover el desarrollo económico sostenible. La economía circular se basa en eliminar los desechos, mantener los productos y materiales en uso, y regenerar los sistemas naturales, contribuyendo a la creación de ecosistemas urbanos sostenibles.
6. Programas de electrificación del transporte pesado y de la maquinaria
El uso de vehículos pesados que dependen de combustibles fósiles genera una huella de carbono significativa en las ciudades, contribuyendo al carbono incorporado en el entorno construido. Esto se debe al transporte de materias primas, materiales de construcción y al funcionamiento de maquinaria pesada. La dependencia del transporte de combustibles convencionales también empeora la contaminación y afecta la salud pública, especialmente en un contexto de rápida urbanización y expansión urbana.
Para reducir este impacto, se propone acelerar la adopción de flotas eléctricas y descarbonizar el transporte pesado y la maquinaria de construcción. Esto requiere programas de incentivos financieros y subsidios, así como la colaboración entre proveedores de servicios públicos, organismos gubernamentales y la industria privada. Además, es fundamental desarrollar infraestructuras sólidas para vehículos eléctricos y avanzar en la tecnología de baterías para vehículos pesados, lo que facilitará la transición hacia prácticas de transporte más sostenibles y de cero emisiones.
Impulso de la innovación
Las últimas tres soluciones que plantean Foro Económico Mundial y Accenture se centran en impulsar los avances tecnológicos y la innovación en diversos sectores para mitigar el carbono incorporado, reducir la huella de carbono en todas las industrias y paisajes urbanos.
7. Centro de innovación para la construcción limpia
El problema del carbono incorporado en la construcción es complejo y difícil de medir, requiriendo la colaboración de múltiples actores de toda la cadena de valor, tanto del sector público como privado. Para abordar este desafío, es necesario desarrollar nuevos enfoques y estrategias que permitan llevar soluciones escalables al mercado.
Los centros de innovación desempeñan un papel crucial en este proceso, ya que reúnen a investigadores, creadores e innovadores para desarrollar productos y servicios que transformen la industria.
Adaptados a la construcción con bajas emisiones de carbono, estos centros pueden impulsar la investigación y el desarrollo de nuevos materiales y métodos, facilitar la colaboración entre diferentes sectores e instituciones, y promover prácticas sostenibles, además, sirven como espacios físicos o virtuales que fomentan la innovación y la sostenibilidad en la industria de la construcción.
8. Programas de deconstrucción residencial y desarrollo de la fuerza laboral
El aumento en la construcción de nuevos edificios y el envejecimiento de las estructuras existentes presentan tanto un desafío como una oportunidad para un desarrollo más sostenible. La demolición indiscriminada genera grandes cantidades de residuos y desperdicia materiales valiosos, mientras que la demanda de prácticas de construcción circulares y sostenibles requiere una fuerza laboral capacitada en soluciones innovadoras. Sin embargo, la formación tradicional de la fuerza laboral a menudo no se alinea con estas necesidades.
Una solución es que los gobiernos promuevan la deconstrucción en lugar de la demolición, un proceso que permite desmantelar edificios de manera sistemática para recuperar y reutilizar materiales. Esta práctica no solo reduce los residuos y maximiza el reciclaje, sino que también genera más empleos comparado con los vertederos. Este enfoque es ideal para ciudades con edificios antiguos y una creciente demanda de nuevas construcciones, facilitando la transición hacia una economía más verde y circular.
9. Mercado en línea para un entorno circular en la construcción
El entorno construido es responsable de un alto consumo de recursos y de una significativa generación de residuos y emisiones de CO2. En particular, el acondicionamiento interior de edificios contribuye considerablemente a estas emisiones y a la generación de desechos. Sin embargo, el uso de materiales reciclados y la conciencia sobre la reutilización son todavía limitados.
Para abordar este problema, un mercado en línea de reutilización basado en una plataforma centralizada puede facilitar el acceso a materiales reciclados y reutilizados. Esta plataforma unifica los listados de materiales, mejorando la transparencia y la disponibilidad de datos sobre la oferta y la demanda de estos materiales.
Adoptar un enfoque integral
El informe de Foro Económico Mundial y Accenture subraya que las ciudades deben priorizar la reducción de las emisiones de carbono incorporado en sus agendas urbanas para mejorar la salud pública, la sostenibilidad a largo plazo y la vitalidad urbana, pero para lograr esto, es esencial contar con modelos de financiación colaborativos y diversos recursos que faciliten la implementación de iniciativas cruciales.
Sin embargo, destaca que las soluciones deben ir más allá de la mera reducción de carbono y adoptar un enfoque integral que incluya beneficios sociales y económicos, desarrollo de la fuerza laboral y fortalecimiento de la economía local.
Es fundamental que estas soluciones se adapten a las necesidades específicas de cada ciudad y sean aplicables a diferentes escalas. La colaboración entre ciudades, empresas y comunidades es esencial para fomentar la innovación, asignar recursos de manera efectiva y tomar acciones concretas hacia un futuro más sostenible.
Fuente: Foro Económico Mundial