La educación no debe reducirse a la mera transmisión de conocimientos, sino que debe ser una experiencia significativa, conectada con el entorno y la vida de los niños, afirmó Francesco Tonucci.
Entrevistado por La Nación, el reconocido pedagogo italiano compartió su visión sobre cómo debería ser una escuela verdaderamente formativa y transformadora
El licenciado en Pedagogía en Milán, investigador, dibujante y autor de Con ojos de niño, La ciudad de los niños y Cuando los niños dicen ¡Basta!, entre otros libros que han dejado huella en docentes y padres, planteó que una buena escuela no es aquella que simplemente enseña contenidos, sino la que reconoce las bases culturales que cada niño trae consigo.
“La escuela debe hacerse cargo de las bases culturales de los chicos. Antes de ponerse a enseñar contenidos, debería pensarse a sí misma como un lugar que ofrezca una propuesta rica: un espacio placentero donde se escuche música en los recreos, que esté inundado de arte; donde se les lean a los chicos durante 15 minutos libros cultos para que tomen contacto con la emoción de la lectura”, expresó.
Es crucial, dijo, que los maestros valoren la historia familiar de cada niño, ya que no son "sacos vacíos que hay que llenar".
En cuanto a la transmisión de conocimientos, Tonucci manifestó que los saberes ya están disponibles en múltiples fuentes, como Internet y los libros. Por lo tanto, la función del colegio debe ser enseñar utilizando un enfoque más cercano al método científico, donde no haya una transmisión unidireccional de información, sino que se promueva la curiosidad y el pensamiento crítico.
“No creo en la postura dogmática de la maestra que tiene el saber y que lo transmite desde una tarima o un pizarrón mientras los alumnos anotan y escuchan mudos y aburridos. El niño aprende a callarse y se calla toda la vida. Pierde curiosidad y actitud crítica”, dijo.
Tonucci expresó que imagina un aula sin pupitres, con mesas en las que alumnos y docentes se sienten juntos a compartir y debatir ideas.
Criticó que la escuela tradicional se desconecte de la realidad cotidiana de los estudiantes, presentando contenidos que, en muchos casos, son irrelevantes.
“Hoy no es necesario estudiar historia de los antepasados, sino la actual. Hay que pedirles a los alumnos que se conecten con su microhistoria familiar, la historia de su barrio. Que traigan el periódico al aula y se estudie sobre la base de cuestiones que tienen que ver con el aquí y ahora. Esto los ayudará a interesarse luego por culturas más lejanas y entrar en contacto con ellas”, consideró.
El pedagogo expresó su preocupación por la "doble escolaridad", o la tendencia de algunas instituciones de absorber gran parte del tiempo de los niños con tareas que no tiene ningún valor pedagógico, porque no sirve ni para profundizar ni para recuperar conocimientos.
Francesco Tonucci llamó a repensar el papel de la escuela en la vida de los niños, fomentando una educación que vaya más allá de los contenidos y que conecte profundamente con su mundo interior y su entorno.
Fuente: Web del Maestro